Una segunda muerte se produjo a raíz de los incendios en las sierras cordobesas. Un hombre que se encontraba en gravísimo estado falleció ayer por las quemaduras sufridas en el combate del fuego. El gobierno de la provincia asegura que todos los focos ya están bajo control. Por otra parte, en la vecina Santiago del Estero también hubo incendios en la cercanías de la localidad de Quimilí.
“Para que esto ocurriera se tuvieron que conjugar la imprudencia, la estupidez, la piromanía de algún loco, y también un clima que no nos favoreció”, dijo el gobernador José Manuel de la Sota, a horas de que el último foco de fuego de Córdoba, ubicado a pocos kilómetros de Villa Carlos Paz, fuera apagado por los bomberos.
El último foco ubicado en la localidad de Las Jarillas fue extinguido ayer cerca del mediodía por la acción de los hombres en tierra y el apoyo de los aviones hidrantes cedidos por el gobierno nacional para esta ocasión. “No queda ningún foco activo por estas horas”, comentó con una alegría indisimulable a Página/12 el coordinador de emergencia ambiental de la provincia, Jorge Schuler, desde un helicóptero con el que sobrevolaba las zonas arrasadas por el fuego.
De todas formas, si bien por ahora el riesgo de incendio pasó, según los especialistas será conveniente estar muy atento en el futuro, ya que las condiciones que provocaron el surgimiento de los focos, como pueden ser la gran cantidad de pastos secos, las altas temperaturas y la falta de lluvias, siguen potencialmente presentes en gran parte de la provincia y zonas aledañas, hecho que quedó evidenciado ayer cuando ardieron varias hectáreas de campos sembrados en las cercanías de la localidad de Quimilí, en Santiago del Estero. “En principio creemos que las causas del incendio tienen que ver con que una quema controlada de pastos en una propiedad, que luego se descontroló”, informó la policía.