Familiares de las dos adolescentes que murieron por el desmoronamiento en el boliche Beara, en Palermo, el 10 de septiembre de 2010, denunciaron que legisladores y funcionarios del PRO quieren designar como juez a Martín Farrell, imputado en la causa y ex director de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad al momento del siniestro.

“Al día de hoy sigue abierta la causa que lo involucra por el cobro de coimas a los dueños de Beara, a cambio de permitir el funcionamiento del lugar sin que se cumplan los requisitos que marca la ley ni aplicarles los controles pertinentes”, dijo Juan Lizarraga, familiar de una de las víctimas.

Farrell, impulsado por el PRO para convertirse en juez en lo Contencioso Administrativo en el fuero porteño, está imputado por la tragedia ocurrida en septiembre de 2010 en ese boliche, donde se desplomó el entrepiso y causó la muerte de Ariana Beatriz Lizarraga (20) y Paula Leticia Provedo (21). La investigación posterior demostró que el local tenía habilitación para realizar fiestas privadas, pero que en la práctica funcionaba como un club nocturno y desentrañó una red de corrupción. Tras el sobreseimiento y posterior revocación de la medida por parte de la Cámara del Crimen, el fiscal Andrés Madrea pidió recientemente que Farrell sea nuevamente llamado a indagatoria, ya que “existen pruebas que lo vinculan al delito de cohecho”. “Por todo esto resulta indignante que el PRO continúe con la tramitación de su designación sin que le importen los chicos muertos y los heridos como consecuencia del derrumbe, la negligencia y el proceder delictivo de este tipo de funcionarios; darle una mano a Farrell es darle una mano a la corrupción”, sostuvo Lizarraga.