El estudio realizado por un equipo interdisciplinario recomienda enfáticamente, en las conclusiones del trabajo, “solicitar a las autoridades del Gobierno de la Ciudad que procedan a la inmediata remediación del suelo”, y realizar estudios ambientales de manera urgente (hasta ahora nunca se han hecho) y “estudios clínicos y socioambientales que comprendan a toda la población en riesgo, principalmente a niños y embarazadas”. Y finaliza exhortando “a los gobiernos responsables (nacional y local) a cumplir con su responsabilidad de proteger el derecho a la salud y a un ambiente sano”, como mandan la Constitución nacional y la de la Ciudad.

La situación genera inquietud en los vecinos, que temen que se convierta en un argumento para su desalojo. El lugar donde están asentados se halla ubicado a metros de la ex ciudad deportiva de Boca, una enorme fracción que es propiedad del grupo IRSA, que pugna por un permiso para construir allí un exclusivo emprendimiento inmobiliario.