Nueve personas murieron en el choque en el que participaron dos autos y una moto, en la madrugada de ayer, en una ruta bonaerense cerca de San Pedro. Los dos autos –uno de los cuales llevaba de remolque a la moto– chocaron frontalmente. Cada uno de ellos llevaba cuatro ocupantes, más el motociclista: ocho murieron en el lugar y uno en el hospital. Las causas del siniestro no se determinaron todavía. Ayer se especuló con el posible hallazgo de cocaína en uno de los vehículos, pero no hay ningún dato confirmado en cuanto a los conductores. Hay, sí, dos pistas posibles. Una se refiere al remolque de la moto, que es una conducta vial prohibida debido a los riesgos que implica: el conductor del auto, forzosamente atento al equilibrio del remolque, pudo haberse distraído en el instante previo al choque frontal. Además un especialista en seguridad vial señaló que, en rutas provinciales, es frecuente que circulen autos sin luces, lo cual sería causa principal en un choque como éste. En los primeros días del fin de semana largo se informó acerca de otros seis muertos por accidentes en ruta.

El siniestro se produjo alrededor de las 4.30 de ayer, en plena noche, sobre la ruta provincial 1001, cerca de la pequeña localidad de Río Tala, partido de San Pedro, a dos kilómetros del cruce con la ruta nacional 9. Un Renault 12 color naranja, que con una soga remolcaba una moto Honda 250 roja, chocó frontalmente con un Fiat Siena blanco. Gabriela Ates, fiscal de San Pedro a cargo del caso, contó que, de los cuatro ocupantes del Renault –que conducía Carlos Pérez, de 33 años–, tres fueron encontrados muertos en el interior del vehículo. El cuarto, un joven de 20 años llamado Brian Canalis, que viajaba en el asiento del acompañante, fue trasladado de urgencia al hospital Emilio Ruffa de San Pedro. La fiscal explicó que el paciente “fue intervenido dos veces y su corazón no resistió: falleció por una hemorragia masiva”. El cuerpo del motociclista fue hallado tendido en el asfalto. La fiscal puntualizó que “no tenía el casco puesto”.

En el Fiat Siena viajaban “cuatro jóvenes: dos chicas, una de ellas de 16 años, y dos varones”, dijo Ates, y precisó que los cuerpos calcinados de tres de ellos se encontraron en el interior del vehículo y que una de las jóvenes “fue encontrada al lado del auto”, probablemente por haber sido expulsada tras el impacto.

En cuanto a las causas del choque, sólo pudo establecerse que “el Renault 12 entraba a San Pedro y el Siena salía desde San Pedro a Baradero”, señaló la fiscal, y observó que, al haber fallecido todos los pasajeros, no se cuenta con testimonios. La investigación es llevada a cabo por peritos accidentólogos de la policía científica bonaerense.

La fiscal también contó que el conductor del Renault 12 y el motociclista “tenían cada uno entre sus ropas una mínima cantidad de sustancia polvorienta blanca, al parecer cocaína”, y que junto al Renault se encontró una botella de cerveza, pero no hay señales de que alguno de los conductores estuviera bajo efectos de sustancias psicoactivas; este aspecto, como en todos los siniestros, será investigado en las autopsias.

Silvio Torrens, jefe de Bomberos de San Pedro, dijo a Página/12 que el lugar del siniestro “es una curva engañadora: es muy extensa y tanto a la entrada como a la salida se cierra más, de modo que el conductor distraído puede despistarse; ha habido ya accidentes allí. De todos modos, este choque se produjo casi en mitad de la curva, donde la visibilidad es buena: no pudieron no verse, siempre y cuando los dos vehículos hayan tenido bien las luces”.

Torrens anticipó que “las pericias van a ser complicadas. No va a ser fácil establecer quién se cruzó de carril, ya que tanto el Renault como el Fiat quedaron en posición invertida: el que salía de San Pedro quedó apuntando hacia la ciudad, y el otro al revés; y no hemos visualizado marcas en el pavimento que indiquen un reventón de neumático o un despiste”.

Fuentes policiales identificaron a las siete víctimas restantes como Diego Santillán (32), Elías Edelmo Ledesma (22), Emanuel José Rey (19), Nahuel Velazco (19), Daniela Ortuño Díaz (18), Gerardo Emanuel Navarro (18) y Evelyn Gómez (16). Provenían de la ciudad de Baradero, donde anoche sus restos eran velados en la sede del Concejo Deliberante local.

Pérez y Canalis eran de San Pedro. Torrens señaló que “se hizo presente el padre de Carlos Pérez, conductor del Renault: aparentemente, su hijo había ido a buscar a un amigo que se había quedado con su moto en la ruta. La soga de remolque todavía estaba atada a la moto y al auto”.

Gustavo Brambatti, especialista en seguridad vial del Cesvi (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), ante la consulta de este diario, señaló que “el remolque de un vehículo por otro, cualquiera sea el tipo de vehículo, es una conducta prohibida porque genera riesgos. La única forma de trasladar vehículos es mediante un camión que cuente con los dispositivos adecuados”. El especialista observó que “el conductor que remolca una moto debe estar continuamente monitoreando al motocilista, el remolcado queda a merced de las maniobras del que remolca y es posible que esto genere una vacilación si se presenta una emergencia”.

“Recuerdo –continuó Bramba-tti– el caso de un camión que venía remolcando a otro y tuvo que frenar de golpe; el remolcado frenó a su vez pero también, en un gesto automático, intentó esquivar al de adelante, con lo cual se cambió de carril y chocó frontalmente con un vehículo que venía por la otra mano.”