Cerca de 400 kilos de cocaína fueron secuestrados en un campo de Salta, en un paraje conocido como La Estrella, próximo a Las Lajitas, en el departamento de Anta, al centro de la provincia y cercano a la ciudad capital. El cargamento fue arrojado por una avioneta y secuestrado con la intervención del juez federal de Orán, Raúl Reynoso, y de la Gendarmería. Precisamente, tres hombres permanecen prófugos y dos gendarmes cayeron en el camino de la lucha contra el narcotráfico. Quedaron presos, porque estaban vinculados con la banda.

Según explicó luego el secretario de Seguridad, Sergio Berni, los 400 kilos –en rigor 388,344 kilos– fueron arrojados en bolsas empaquetadas desde una avioneta a un campo “bajo la modalidad siembra bombardeo”.

La cocaína estaba distribuida en paquetes de entre dos y tres kilos, valuados en unos 3000 dólares cada uno, que a su vez se hallaban dentro de varias bolsas de arpillera con la curiosa inscripción “Industria boliviana”.

Según el propio Berni y el juez Reynoso, el operativo fue resultado de varios meses de investigaciones que llevaron a la pista de un cargamento de cocaína que debería ser ingresado al país bajo la modalidad de “siembra bombardeo”, que consiste en arrojarlo desde una avioneta en alguna zona descampada del interior provincial. “A través del elemento más importante en la detección de aeronaves que utilizan el espacio aéreo argentino para el tráfico de droga, que son las redes de observadores aéreos, se realizó una investigación en la que sabíamos por tareas de Inteligencia que estábamos próximos a una operación”, explicó Berni. Un grupo de Gendarmería se internó entonces durante diez días en la zona de montes hasta que fueron divisados dos hombres a bordo de una camioneta Toyota Hilux, que se trasladaba por un camino cercano a la Ruta Provincial 13. Los gendarmes los siguieron hasta detectar que ingresaban a un predio donde, instantes antes, desde una avioneta se habían lanzado las bolsas con cocaína.

Cuando los dos hombres detectaron la compañía escaparon para desaparecer entre los montes, abandonando la peregrina idea de llevar consigo el cargamento.

Mientras se llevaba adelante el secuestro de los 380 y pico de kilos empaquetados, otros operativos desembocaban en una serie de allanamientos, entre ellos dos domicilios en la ciudad de Tartagal, donde cayeron los dos sargentos de la institución fronteriza, acusados de formar parte de la banda.

Por orden del juez Reynoso, los dos gendarmes fueron trasladados al juzgado para declarar, mientras que las bolsas de arpillera con la marca “Industria boliviana” fueron secuestradas con su contenido. En los domicilios allanados fueron secuestradas cuatro armas de fuego, dos motos, cuatro equipos de comunicación y otros de telefonía, 4000 dólares, 10.200 pesos y otras cuestiones que podrían resultar importantes para la investigación.

También se determinó que había otros tres prófugos civiles; los tres, parte de la organización de narcotraficantes, cuentan con pedido de captura nacional e internacional dictado por la Justicia, añadió Berni.

Este operativo, en el que fueron detenidos los dos gendarmes por presunta vinculación con grupos narcos, se suma a otro realizado el 3 de este mes, cuando en la provincia de Formosa tres miembros de la fuerza fueron detenidos con 150 kilos de cocaína durante un procedimiento de rutina en la Ruta Nacional 81, a la altura de la localidad de Ingeniero Juárez.