“Es un asesino, un psicópata.” Rita Flamenco, madre de María Karina Flamenco, la mujer que murió junto con su marido y sus seis hijos en el incendio –todo indica que intencional– de su vivienda en Merlo, se refirió así al presunto autor del hecho, la ex pareja de su hija, Cristian Leonardo Ledesma Méndez, que fue detenido anoche cuando iba a la casa de su abuela, en Villa Domínico. Se entregó sin ofrecer resistencia. El hombre fue apresado horas después de que la Justicia pidiera su captura nacional e internacional, y fue llevado a la DDI de Merlo, que está ubicada en Morón, a cargo de la pesquisa. La madre de la mujer fallecida aseguró ante la prensa que el hombre apresado anoche “les robaba hasta la comida a los chicos, entraba por la ventana. No la dejaba en paz, la amenazaba con cuchillos, con palos”. Tanto ella como su esposo, José Flamenca, criticaron a las autoridades judiciales y policiales porque “nunca hubo una custodia” en la casa incendiada y porque “nadie hizo nada” a pesar de las denuncias por violencia de género que se habían realizado. “Esperaron a que pase lo que pasó, para que ahora estemos rodeados por los canales” de televisión y la prensa en general.

El matrimonio Flamenco aseguró que los chicos que murieron entre las llamas “tenían miedo y dormían con la luz prendida”. La mujer, que hizo declaraciones antes de la detención, pidió “que lo agarren, que no lo suelten más, porque mató hasta al propio hijo”, en referencia a que uno de los hijos de María Karina era fruto de su relación con el imputado. Dijeron que la familia “vivía asustada” y Rita recordó que le decía a su hija “que se mude” por cuestiones de seguridad, “pero no había dinero para que ella se vaya a otro lado”. Ahora piden “que se haga justicia”.

Ayer la Justicia de Morón pidió la captura nacional e internacional de Ledesma Méndez, el principal sospechoso de la tragedia en la que perdieron la vida ocho personas, el matrimonio y sus seis hijos menores de edad. La medida fue solicitada por el fiscal Sergio Di Leo y aceptada por el juez de Garantías 4 de Morón, Alfredo Meade. El magistrado declaró “en rebeldía” al hombre que era buscado porque no fue hallado en ninguno de los lugares donde estaba habitualmente. “Lo estamos buscando desde ayer (por el jueves) en todos los lugares que solía frecuentar y donde podría estar escondido”, declaró horas antes de la captura uno de los jefes policiales a cargo de hacer efectiva la captura del sospechoso.

A partir de una serie de declaraciones testimoniales y de los primeros peritajes que determinaron que el incendio “podría ser intencional”, el fiscal solicitó la detención. La orden fue dictada luego del resultado negativo de dos allanamientos que se realizaron. La carátula de la causa es “homicidio agravado, por haberse cometido con un medio idóneo para causar un peligro común y por resultar la víctima mujer, cometido por violencia de género y homicidio agravado por el medio idóneo para causar un peligro común reiterado con pluralidad de víctimas, todos ellos en concurso real entre sí”.

En la búsqueda de Méndez participaron distintas brigadas, de la Jefatura Departamental de Merlo y de la Dirección de Investigaciones (DDI) de Morón –directamente afectadas a la causa–, además de otras dependencias de la Policía Bonaerense. La policía había allanado antes la vivienda de Ledesma Méndez y la de su madre, una ubicada en la calle Bermejo 2290 y la otra en Bermejo 2700 del barrio Matera, de Merlo; no lo encontraron.

“No descartamos que parte del plan de Méndez haya sido fugarse al interior del país no bien terminó con su plan criminal. Lo estamos buscando”, agregó el jefe policial consultado, antes de que se lo encontrara en casa de su abuela, en Villa Domínico. Ante la dificultad en encontrarlo, se había librado la captura nacional e internacional del prófugo. El sospechoso había sido visto el jueves, en el barrio donde ocurrieron los hechos, aseguró una fuente judicial. Al momento de la detención, Méndez vestía la misma ropa que llevaba puesta esa noche.

El jueves, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, calificó de “bestia” y “brutal asesino” al presunto autor del incendio. Las ocho víctimas fueron veladas en la cochería Echeverría, de Parque San Martín, y luego sus restos fueron inhumados en el cementerio de Santa Mónica, de Merlo (ver aparte). Las víctimas del incendio son María Karina Flamenco (38); su actual pareja, Gastón Olivera (31) y los seis hijos de la mujer: Ian (4), Nayla (5), Alejo (6), Sakira (10), Briana (11) y Yael (13).

La masacre ocurrió el jueves en una precaria vivienda de siete por cuatro metros ubicada en las calles Iwanowski y Larsen, del barrio El Pericón de Merlo, cuando, cerca de la una, la casa comenzó a incendiarse.

La familia murió por inhalación de monóxido de carbono y los primeros estudios establecieron que el fuego se inició en una cama cucheta. Como está pegada al único ventiluz de la vivienda, sospechan que fue encendida desde afuera con un encendedor o fósforos. Méndez fue mencionado desde el inicio de la investigación como sospechoso, porque muchos testigos confirmaron que vivía acosando y amenazando a su ex mujer por haber vuelto a convivir con Olivera.

El imputado tiene una denuncia por maltrato, radicada el 7 de marzo en la comisaría de la localidad de Parque San Martín. Hace unos años, la mujer se había separado de Olivera y tuvo una relación con Méndez de la cual nació su sexto hijo y luego se distanciaron. Hacía tres meses la mujer había vuelto a la casa que antes había compartido con Olivera. Los vecinos afirman que Ledesma Méndez solía gritar: “Si no sos mía, no sos de nadie” y “Los voy a matar”.