“No nos cabe la menor duda de que el sospechoso fue el autor de los hechos. Es un individuo con trastornos de personalidad muy importantes, pero que no lo hacen inimputable porque estaba perfectamente en condiciones de comprender la gravedad del acto”, aseguró ayer frente a los tribunales de Morón Jorge Bellido, abogado de los padres de Karina Flamenco, la mujer que murió junto a su pareja y sus seis hijos tras el incendio intencional de su casa en el barrio Parque San Martín, de la localidad bonaerense de Merlo. Los Flamenco solicitaron constituirse como querellantes en la causa. Su principal objetivo es evitar que se declare insano y no cumpla condena el único imputado en la causa, Cristian Ledesma Méndez, ex pareja de Karina y padre de uno de los niños fallecidos. Además, el abogado comentó que habría otra mujer –cuya identidad aún no fue develada– que era la actual pareja de Méndez y que “sufría el mismo infierno que Karina”.

Rita Genes y José Mercedes Flamenco acudieron ayer por la mañana, junto con su representante, Bellido, al Juzgado de Garantías Nº 4, a cargo de Alfredo Meade, para presentarse como “particular damnificado” en la causa que investiga el fallecimiento de su hija, la pareja y sus seis nietos. Mientras esperan los peritajes psicológicos de Méndez, Bellido advirtió que prevé que “la insania sea uno de los elementos que va a esgrimir la defensa como estrategia”. El abogado se mostró esperanzado en que no sea declarado de tal manera porque “es evidente que no tiene un grado de insania que lo haga inimputable”.

Según el letrado, “todas las conductas previas de este sujeto y otras cosas que se han agregado en los pocos días de la investigación, como que la actual pareja del sujeto estaba viviendo un infierno igual al que vivió Karina, nos llevan a dudar de su inocencia”. En tal sentido, Flamenco cuestionó: “Si él es enfermo, ¿por qué no lo supieron antes?, ¿por qué esperaron a la tragedia para que sea tratado como enfermo?”.

“Sólo pedimos justicia. Estamos acá por nuestra hija y nuestros seis nietos. Queremos que ese señor no salga nunca más, que le den cadena perpetua”, sentenció Gines, mientras contenía el llanto. Flamenco agregó: “Lo que estamos viviendo espero que no se repita nunca más. Se llegó a una tragedia porque nadie hizo nada, Mi hija hizo siete denuncias en la policía y sin embargo no le hicieron caso, esperaron a que sucediera esto”.

El abogado familiar ratificó que existieron múltiples denuncias de Karina y los vecinos por los hechos de violencia y criticó al sistema jurídico. “Es vergonzoso cuando el mismo sistema es causante y en parte responsable de que se haya llegado a este hecho, por todas las denuncias previas archivadas. Hay un sumario administrativo abierto que puede derivar en un juicio político a un fiscal de Morón (Alejandro Jons). Es necesario que los responsables de este tipo de inacciones por parte de la Justicia sean castigados también”.

En el mismo orden, Bellido resaltó: “Es vergonzoso del sistema judicial que a dos abuelos, que han perdido a su hija y a seis nietos, y son damnificados, se les exija el pago de la tasa de justicia y que se les advierta en la mesa de entradas del juzgado que hasta tanto no se presente el comprobante del pago de la tasa no se va a dar curso a su petición de presentarse como querellantes. Se torna en un sistema perverso. Además, así muchas veces se les niega el acceso a la Justicia a personas sin recursos económicos”.

Mientras los familiares esperan que el juez los acredite como parte, su abogado aseguró que tomó contacto con la causa “de manera informal” y se contactó con el fiscal a cargo, Sergio Dileo. “No tengo duda de que vamos a poder trabajar en equipo y llevar adelante la dilucidación de este caso y hacer justicia en lo que a esto se refiere”.

La Justicia determinó que fue un incendio intencional el que causó la masacre el último 8 de mayo. Méndez, el principal sospechoso, continúa preso en la unidad carcelaria Nº 46 de José León Suárez, en el partido de San Martín, y hasta el momento se negó a declarar.

Informe: Laura Guarinoni.