Adriana Paula Giménez, la chaqueña de 31 años que fue encontrada muerta el martes pasado en la planta de tratamiento de residuos de la Ceamse, habría estado durmiendo en un contenedor del barrio porteño de Retiro el lunes pasado, día en que murió. Así lo sostuvieron ayer el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño y Cliba, la empresa encargada de la recolección de basura en la Ciudad. Giménez habría sido vista por dos trabajadores en el recorrido del camión recolector por la zona y un supervisor de la empresa. En declaraciones al fiscal de la causa, Jorge Ballesteros, los tres operarios explicaron ayer que el domingo y el lunes de esta semana vieron a una mujer en el interior del recipiente y en la segunda oportunidad, ante su negativa a salir, le sacaron una foto para explicar por qué no habían podido recolectar la basura. “El martes a la noche, en su casa, el supervisor ve las imágenes de Giménez en la televisión y le pareció que había coincidencias con la mujer de la foto”, explicó a Página/12, Gabriela Ananía, gerente de Comunicaciones de Cliba.

La Procuración General de la Nación informó oficialmente que el fiscal Ballestero tomó ayer declaración a los empleados de Cliba, que también aportaron la fotografía de la persona que vieron en esa circunstancia. Al enterarse el martes pasado de la aparición de Giménez en la planta procesadora de residuos de la Ceamse en José León Suárez y relacionarlo con el hecho, los operarios se presentaron con representantes de Cliba a declarar.

“De acuerdo con lo relatado por los trabajadores de la empresa, dos hombres que participan en el recorrido del camión y un supervisor, el domingo 1º y el lunes 2 de junio se encontraron con una mujer en el interior del contenedor y por eso no lo levantaron”, indicó el informe de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 34.

Según la fiscalía, estos testigos “al ver a la persona en la segunda oportunidad, sacaron una fotografía para dejar constancia” y “habrían dado aviso a un móvil policial que circulaba por la zona, pero no identificaron su número”.

Por su parte, Cliba señaló en un comunicado que “el lunes 2 de junio pasado, aproximadamente a las 7, el camión identificado como interno 1411 hacía su recorrido habitual recolectando residuos de los contenedores por la zona de Retiro, circulando por la Avenida del Libertador, a la altura 0-50. Al llegar al contenedor que está sobre dicha avenida, aproximadamente frente al mausoleo en homenaje a los Héroes de Malvinas, la dotación del camión advierte la presencia de una mujer en aparente estado de situación de calle que se encontraba dentro del contenedor”.

Siempre según la empresa, ante esta situación, los recolectores le comunicaron “la imposibilidad del vaciado del contenedor” al supervisor regional, que se trasladó hasta el lugar. “Además de esta comunicación con el supervisor, los miembros de la dotación manifestaron haberle comunicado esta novedad a personal policial que se encontraba en las inmediaciones, para luego continuar con sus tareas habituales”, señaló Cliba.

Según lo que Ananía comentó a este diario, “los empleados no pudieron reconocer si se trataba de la Policía Federal o Metropolitana”. Fuentes de esta última señalaron que ese lugar no forma parte del recorrido habitual de su personal. Al mismo tiempo, la Federal negó en un comunicado que efectivos de la fuerza hayan sido alertados del hallazgo de la mujer en el contenedor.

Cliba indicó que “a los pocos minutos, el supervisor acudió al lugar y al llegar comprobó que había una persona dentro del contenedor despierta, con la que entabló una conversación para intentar disuadirla y que salga del mismo”. “Ella (por la mujer) le manifestó que a la brevedad lo haría. Tras el breve intercambio de palabras el supervisor consultó a su superior, quien le indicó que le tomara una fotografía para certificar que su presencia impedía cumplir la tarea de recolección programada”, añadió.

En este sentido, la gerente de Comunicaciones de Cliba aseguró que “el supervisor contó que la mujer se encontraba en un estado de aparente normalidad. Cuando le pidió que se fuera del contenedor, le dijo que se iba a ir, manteniendo un diálogo coherente. En la foto se puede ver que la mujer estaba bien”.

La empresa aclaró “que el servicio de vaciado de ese contenedor se realiza únicamente por la mañana, y que el lunes 2 por la mañana no se vació porque había una persona dentro del mismo. Y hasta el día siguiente, no hubo servicio en el lugar”.

Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño también dieron la misma versión que la empresa y rechazaron categóricamente que la mujer haya muerto compactada cuando ese recipiente fue llevado a la Ceamse.

En la noche del 16 de mayo, Giménez avisó a su madre que salía a la puerta del hotel donde se alojaban, en la zona de Once, pero nunca más volvió a aparecer. El último en verla fue un kiosquero que atiende su negocio en Jujuy e Hipólito Yrigoyen, a tres cuadras del hotel, que dijo a la policía que vio a la víctima cerca de la 1, y que la encontró “como perdida y hablando sola cosas sin sentido”.

Su cuerpo fue encontrado a las 10.45 del último martes 3 de junio por empleados de la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico de la Ceamse, en la localidad de José León Suárez, el mismo lugar donde hace casi un año hallaron a la menor Angeles Rawson. La autopsia determinó que Giménez había fallecido de un traumatismo de cráneo entre 18 y 24 horas antes de ser hallada, es decir entre las 11 y las 17 del lunes pasado.