Dos operarios resultaron heridos ayer, luego del derrumbe de una losa en una obra en construcción en el barrio de Constitución. En el lugar se construye un edificio de departamentos de 22 pisos, aunque los obreros recién van por las cocheras, en un subsuelo. Un desmoronamiento de la tierra los hizo caer unos cuatro metros y uno de ellos, que quedó atrapado entre los escombros, debió ser rescatado y trasladado en un helicóptero que aterrizó en la Avenida 9 de Julio. La Unión Obrera de la Construcción (Uocra) denunció que hace dos semanas había presentado un reclamo al gobierno porteño donde señalaba que la obra no cumplía requisitos mínimos de seguridad e higiene.

El hecho se registró ayer alrededor de las 12 en Salta 970, entre Carlos Calvo y Estados Unidos, donde se construye un edificio torre de 60 metros de altura con espacio para cocheras. Allí trabajaban los obreros que resultaron heridos cuando se derrumbó parte de una losa, el hierro de un encofrado y la tierra en el subsuelo de la obra.

De inmediato, se montó un importante operativo, del que participaron seis ambulancias del SAME, tres dotaciones de Bomberos y personal de la Policía Federal, que cortó el tránsito en la zona. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, también se hizo presente para coordinar las tareas de rescate.

Los trabajadores, de entre 25 y 30 años, fueron rescatados por los bomberos y trasladados en buen estado general, con múltiples traumatismos y “pronóstico favorable”, a los hospitales Ramos Mejía y Santojanni. Uno de los heridos salió por sus propios medios; estaba lúcido y compensado, con un traumatismo en una de sus piernas, mientras que el otro operario quedó atrapado y debió ser rescatado por los bomberos tras dos horas de labor.

Este último “fue trasladado en helicóptero al hospital Santojanni y estaba lúcido, aunque debió ser asistido con una vía parental para que no se descompensara mientras los bomberos trabajaban para liberarlo”, sostuvo Alberto Crescenti, titular del SAME. Además, precisó que sufrió “traumatismos” en las piernas.

Crescenti precisó en su informe que “una persona fue rescatada herida y otra, también con lesiones, estaba atrapada entre los escombros de la cintura para abajo”. Por su parte, Berni indicó que “fue un rescate muy limpio y coordinado, aparentemente lo que cedió fueron los suelos y las placas por una mala maniobra en el apuntalamiento y no por un problema estructural. Trabajaron rescatistas de la Policía Federal bien coordinados con la Ciudad, que supervisaba la obra”.

Roberto, uno de los encargados de la construcción, explicó a Página/12 que “hubo una serie de impericias. Se estaba haciendo el primer tramo del subsuelo sobre la vereda municipal y el hormigón que se proyectó sobre la pared, que estaba fresco, se desprendió. Además, los pilotes de anclaje no estaban bien asentados, lo que posibilitó que la pared se viniera abajo”.

“Eran cuatro personas las que estaban trabajando. En el derrumbe, uno intentó ayudar a otro y los dos cayeron. Ambos tienen lesiones en sus piernas, pero están bien. Fue un gran susto, un aviso, evidentemente se podría haber evitado”, aseguró.

Miguel Ocampo, uno de los operarios de la obra, contó que estaban “haciendo un encofrado, trabajábamos cuatro personas en el lugar, ellos quedaron atrapados y los demás pudimos escapar”.

La Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad clausuró ayer la obra e informó que había sido inspeccionada por la Dirección General de Protección del Trabajo, el 20 de diciembre de 2013 y el 17 de febrero y 6 de marzo de este año. En la última inspección, la obra fue clausura en forma preventiva por incumplimiento de la normativa de seguridad e higiene. Después, la empresa a cargo, PBP Construcciones, “subsanó las infracciones”, por lo cual la medida fue levantada el 18 de marzo.

Las autoridades también aseguraron que notificaron de estas acciones a la Uocra, que ayer difundió las denuncias que presentaron en junio pasado y este mes al gobierno porteño por incumplimiento de los requisitos mínimos de seguridad e higiene que presentaba la obra de Salta 970. El último reclamo fue hace sólo dos semanas, el 10 de julio pasado, “en razón de diversos incumplimientos a las normativas vigentes”.

Entre las observaciones de incumplimientos denunciadas figuran: falta de arneses; verificación de las condiciones estructurales de los andamios y/o balancines; falta de apuntalamiento de muros medianeros; falta de submuración y entibamientos internos; falta de líneas de vida y de señalización y protección de zanjas y excavaciones, entre otros inconvenientes.

Un vocero del gremio dijo que una de las fallas en los controles a las grandes obras de parte del gobierno porteño es “la temporalidad”, ya que la Ciudad “actúa entre 20 y 30 días después de que es denunciada la falta, y cada día que se deja pasar es un riesgo más para los trabajadores”.