El regreso a Estados Unidos de dos afectados por el virus del Ebola ha causado entre los norteamericanos una ola de temor por un posible aunque improbable contagio. El mal está afectando a la población de Africa Occidental, donde la epidemia causó la muerte de 58 personas en dos días y ya suman 700 en una semana. Pero en Estados Unidos, según los expertos, el riesgo de contagio es mínimo. Sin embargo, en las redes sociales el temor prolifera tanto como las teorías conspiratorias. Incluso el millonario Donald Trump tuiteó que traer a los pacientes de Ebola a Estados Unidos pone de manifiesto la incompetencia del gobierno de Barack Obama. “¡Que se queden fuera!”, exigió. Se trata de un médico y una enfermera que trabajaban para una organización humanitaria en Africa. Ambos fueron contagiados por la enfermedad. El estado de ambos profesionales es grave, pero estable. El presidente Barack Obama se reunirá hoy con jefes de Estado y delegados africanos que están llegando estos días a Estados Unidos para la cumbre EE.UU.-Africa, que se celebrará en Washington. Obama subrayó que no hay peligro alguno, pero reconoció no obstante que se ampliarán las medidas de seguridad. “Yo voy a ser uno de los pocos que tendrán contacto directo con los dos enfermos”, dijo el virólogo Bruce Ribner. “Y no estoy preocupado por mi salud, ni por la de nuestro personal médico.” Para el director de los DCD, Tom Frieden, sólo hay una responsabilidad “y es hacia los dos estadounidenses que volaron allí para ayudar a pacientes con Ebola”.