Luego de 17 años, comenzará mañana el juicio en los tribunales de Dolores contra el ex policía Fermín Basualdo, acusado por el crimen del adolescente Emilio Elías Blanco, de 16 años, cometido en septiembre de 1997, por golpes y sofocación. El cuerpo del chico apareció junto a las vías del tren, en Chascomús, provincia de Buenos Aires. La Cámara Penal de Dolores estará a cargo del juicio que –se estima– constará de 25 audiencias en las que testificarán cerca de 200 testigos.

Basualdo, de 62 años, quien era el jefe del servicio de calle de la comisaría 1ª de Chascomús en el momento en que se cometió el crimen de Blanco, llega al juicio con prisión domiciliaria. La jueza de Garantías de Dolores, Laura Elías, ordenó en 2011 su detención tras acusarlo de “imposición de torturas agravadas por la muerte”.

Los jueces Juan Pablo Curi (en lo Criminal), Diego Olivera Zapiola (de Garantías) y Luis Esteban Nitti (de Ejecución Penal) decidieron elevar el juicio de acuerdo con el anterior Código de Procedimiento, aplicable en los casos previos a 1998.

La causa llegó a la Cámara Penal con dos imputados, Basualdo y Tomás Antonio Freytes, quien era comisario a cargo de la misma seccional que el primero. Freytes fue acusado de no haber evitado las torturas infligidas a la víctima, pero luego fue sobreseído por prescripción de la acción penal, en 2012, resolución que posteriormente fue confirmada por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.

El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, intentará demostrar que la muerte de Blanco fue producto de las torturas aplicadas por funcionarios policiales. El actual abogado de la familia Blanco es Gustavo López, subsecretario de Hacienda de Chascomús, quien tomo una licencia en sus funciones para representar a la querella.

El caso generó una gran conmoción en la comunidad de Chascomús, que acompañó a la familia de la víctima y se movilizó desde un primer momento en reclamo de verdad y justicia.

En tanto, el abogado defensor del acusado, Mauricio Armagno, sostiene la hipótesis de que la muerte del adolescente fue consecuencia de un accidente ferroviario. Por el contrario, la querella asegura que Blanco fue detenido por error el 27 de septiembre de 1997, por la policía de Chascomús, encabezada por Basualdo. Habría sido trasladado a la Comisaría 1ª, donde fue golpeado y torturado hasta su muerte. Luego el cuerpo habría sido depositado junto a las vías del ferrocarril, entre las calles Yrigoyen y Machado, para simular un accidente.

Mientras que la autopsia realizada por la policía indica que la muerte pudo producirse por el impacto de un tren, los maquinistas negaron el supuesto accidente y luego el Cuerpo de Peritos de la Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires determinó, en una segunda autopsia, que los hematomas que presentaba el adolescente no eran fruto de un accidente ferroviario y que la muerte se había producido por asfixia, lo cual no pudo haber sido ocasionado por un tren. También comprobó que Blanco había sido golpeado luego de fallecer, lo que termina de descartar la hipótesis del accidente ferroviario.

Es importante para la causa lo declarado en 2001 por el cabo primero Héctor Rolando Durán, quien estaba de turno esa noche, y afirmó que sus superiores ordenaron que se deshicieran del libro de detenidos, que fue quemado sin dejar rastros de la entrada de Blanco en la comisaría.