De madrugada, en plena vía pública, un hombre de origen oriental fue asesinado de tres balazos en la nuca, en el barrio de Balvanera, y se investiga si se trató de un ajuste de cuentas. Los investigadores creen que, por las características de los disparos, el o los asesinos obligaron a la víctima a arrodillarse en el suelo antes de dispararle a quemarropa. Además se inclinan por la hipótesis de una venganza mafiosa y no un intento de robo, ya que en poder del hombre asesinado se encontró una importante suma de dinero en efectivo.

El hecho ocurrió ayer, alrededor de las 5 de la madrugada, en Combate de los Pozos al 600, casi esquina Chile. El hombre que luego sería ejecutado iba solo y a pie. De acuerdo con los voceros policiales, fue abordado por al menos una persona y recibió tres balazos en la cabeza que le provocaron la muerte casi en el acto.

Un vecino de la cuadra contó a la prensa que él dormía cuando escuchó “tres disparos y gritos”, y se levantó porque pensó que podrían haber dañado su camioneta estacionada en la calle. Este testigo dijo que se asomó por el balcón y vio a una persona “tirada boca abajo sobre un hilo de sangre”, por lo que inmediatamente llamó al 911.

El vecino precisó que a los “cinco minutos” llegó un primer patrullero de la comisaría 6ª y él salió a la calle para ver qué había pasado. “Primero pensé que lo habían apuñalado y que se había tratado de una riña a la salida del boliche de la vuelta, donde se emborrachan y pelean”, contó.

Al arribar a la escena del crimen, los peritos policiales constataron que la víctima era de origen oriental y tenía entre 25 y 30 años, aunque en su poder no hallaron documentación que permitiera identificarla. Precisaron que en poder del fallecido sí se hallaron unos 107 mil pesos y 4 mil dólares en efectivo, en varios fajos distribuidos en una bolsa color negra, los bolsillos del pantalón y de la campera que llevaba puestos.

“Estaba forrado en plata”, describió el testigo, que se mostró sorprendido de que “a esa hora una persona ande sola por la calle con tanta plata encima”. “Los policías comentaron que por la forma en que le dispararon lo hicieron arrodillar”, afirmó.

En la investigación interviene el personal de la División Homicidios de la Policía Federal y la causa quedó a cargo de la fiscal de Instrucción 30 porteña, Marcela Sánchez.

Este es el segundo crimen de un ciudadano de origen oriental cometido en menos de un mes en la Ciudad de Buenos Aires. El 9 de julio último, un distribuidor comercial de origen chino fue asesinado de un balazo en la cabeza, en la puerta de su casa situada en Chivilcoy 693, en el barrio de Floresta. En esa oportunidad, los agresores fueron directamente a balear al comerciante, que se encontraba a bordo de su vehículo estacionado, por lo que también se descartó desde un principio la hipótesis del intento de robo.