Un gendarme fue imputado de asesinar a su ex esposa y a su hijo en 2011 luego de que las autopsias permitieran corroborar que se trató de dos asesinatos y no de un homicidio seguido de suicidio, como creía la Justicia, que perdió pruebas porque el fiscal autorizó limpiar la vivienda donde fueron cometidos los crímenes. Una comisión policial viajó al Chaco para detener al gendarme Sebastián Paveliche, acusado de apuñalar hasta matar a su ex esposa y de ahogar a su hijo de 2 años en una bañera para bebés. Los crímenes fueron perpetrados el 11 de diciembre de 2011.