Un grupo de vecinos del barrio Papa Francisco, que se quedó sin vivienda luego de ser desalojado en forma violenta el sábado pasado por la Policía Metropolitana y Gendarmería, reclamó ayer frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Los habitantes del asentamiento cortaron la calle y exigieron que se les provea alojamiento para pasar la noche y el diseño de un plan de viviendas que resuelva el problema habitacional en las villas de la ciudad de Buenos Aires.

“Desde las 10 que, con la lluvia y el frío, estamos acá junto a las familias exigiendo a las autoridades que les permitan albergarse en hoteles. Hay muchos vecinos con familias e hijos que se quedaron en la calle y no tienen dónde pasar la noche. No tuvimos ninguna respuesta”, señaló a Página/12 Cristian, integrante de la Corriente Villera Independiente (CVI), organización que realiza trabajo territorial en la villa.

Junto a distintas organizaciones sociales y vecinos de otras villas porteñas que se sumaron en solidaridad, alrededor de 30 familias del barrio Papa Francisco cortaron el cruce de Lima y avenida Belgrano en reclamo de alojamiento para pasar la noche, tras ser expulsados por la Metropolitana del acampe ubicado frente al asentamiento, sobre la avenida Fernández de la Cruz. También se hicieron presentes decenas de efectivos de la Policía Federal para custodiar la zona.

Richard y Magalí, una pareja que vivía con sus dos hijos en el asentamiento desde febrero, momento en que se ocupó el terreno, comentaron que “después de que nos desalojaron, pasamos la noche en el acampe. Al día siguiente, nos fuimos para dejar a nuestros hijos en lo de una amiga, pero cuando volvimos no nos dejaron entrar. Gracias a la ayuda de gente del barrio, el domingo a la noche nos quedamos a dormir en una escuela de Lugano”.

“El sábado dormí en el acampe y después me fui. Cuando volví, la policía me pidió los datos para entrar. También me ofrecieron ir a un parador en Parque Chacabuco, pero está lleno. Terminé durmiendo junto a otras familias en un supermercado Día”, aseguró Susana. “Vamos a seguir reclamando día y noche, llueve o truene, hasta que nos den una vivienda digna”, agregó.