La niña de siete meses que había sido sometida a castigos físicos brutales por sus padres murió en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde ingresó hace una semana con signos de ahorcamiento, traumatismo de cráneo, fracturas en la clavícula y una pierna, hematomas y quemaduras en el cuerpo. El fallecimiento se produjo alrededor de la una de la madrugada en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica, tras hacer un paro cardiorrespiratorio y una complicación general del cuadro de salud que los médicos no pudieron revertir. Los padres de la niña, de 22 y 23 años, fueron detenidos y acusados en principio por lesiones, aunque ahora deberán afrontar cargos por homicidio agravado por el vínculo. El padre había llevado a la niña al hospital el miércoles y dijo que se le había caído mientras intentaba bañarla. Los médicos no creyeron la versión porque la beba ya había ingresado en otras tres oportunidades con golpes al hospital, por lo que radicaron la denuncia y quedó inmediatamente detenido. La madre fue apresada el viernes.