La joven tucumana que estuvo a punto de ser secuestrada y obligada a ejercer la prostitución aseguró que “no quería ir” al sur y que accedió porque su prima Verónica del Jesús Olivera, una de las dos imputadas en el primer juicio por trata de personas que comenzó en el Tribunal Oral Federal (TOF) de la provincia, insistió con promesas de un trabajo muy bien remunerado.

“Me insistió todo el tiempo; me dijo que iba a ganar mucha plata y que me iba alquilar un local para que enseñara folklore”, contó la joven, que tenía 16 años cuando ocurrieron los hechos.

El primer juicio por el delito de trata de personas que se realiza en Tucumán comenzó con la declaración de la joven que en mayo de 2008 era trasladada bajo engaño a Puerto San Julián, una ciudad costera 350 kilómetros al norte de la capital santacruceña, para su explotación sexual.