Un suboficial de la Armada Argentina fue condenado en Mar del Plata a catorce años de prisión por violar a su hija, pero fue beneficiado con arresto domiciliario hasta tanto la sentencia quede firme. La medida provocó la indignación de allegados a la víctima y la intervención posterior de la policía, que los reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, decidió la destitución del militar. Mañana recibirá a la víctima.

La pena dispuesta por el Tribunal en lo Criminal Nº 3 de Mar del Plata, compuesto por los jueces Eduardo Alemano, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro, coincide con la pedida por el fiscal Eduardo Amavet, por haber encontrado al suboficial Marcelo Girat responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. Pero por decisión de la Cámara de Apelaciones, el militar cumplirá la pena bajo la modalidad de arresto domiciliario con una pulsera electrónica.

“Ella es muy valiente, está contenida, pero necesita la reparación judicial y social”, dijo la psicóloga Patricia Gordon, presidenta de EnRED (Red Solidaria de Capacitación y Tratamiento en Violencias, Abuso Sexual y Trata de Personas) que acompaña a la joven, que hoy tiene 20 años.

El fiscal dijo que pedirá que se haga efectiva la condena “ya que el condenado tenía agravantes, como lo es el vínculo con la víctima, y atenuantes, como lo era su falta de antecedentes penales”.

En la puerta del juzgado, allegados y manifestantes que habían ido a apoyar a la víctima reaccionaron y la policía respondió con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos.

Durante el proceso judicial se comprobó que el suboficial abusó en reiteradas oportunidades de su hija tanto en la casa, que compartía con su esposa y madre de la joven, como en instalaciones de la Base Naval de Mar del Plata, entre los 13 y los 17 años de la adolescente.

Ayer, en la casa donde reside ahora el militar condenado, un grupo de personas arrojó piedras y prendió fuego un automóvil, propiedad del hermano del suboficial.