Unos 600 chicos, alumnos de ocho escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires, se encontraron ayer en el Espacio Cultural Julián Centeya, en San Juan al 3200, para conmemorar el 11 de octubre, el “último día de libertad” para los pueblos originarios. Formaron una gran ronda, cantaron, tocaron instrumentos autóctonos –muchos creados por ellos mismos– y ejercitaron la memoria: forman parte del “Encuentro por la memoria de mi tierra”, que ayer celebró su décima edición. Se trata de un proyecto educativo que impulsa un grupo de profesores de música de las escuelas 6, 14 y 15 (del Distrito Escolar 8, de Caballito y Parque Chacabuco), 6, 12, 20 y 23 (del DE 11, Flores Sur) y la 19 del DE 10, Pompeya. Durante el año, los chicos fabrican sus instrumentos y aprenden un repertorio de música ancestral y latinoamericana y en esta fecha se juntan para compartirlo. “Buscamos anclar en la memoria una cultura más solidaria que respete lo originario”, explican los promotores de la iniciativa, Claudia Bernal, Nélida Wyatt, Karina Gurfinkel, Analía Aedo, Coralí Asborno y Nicolás Antonini. Ayer, a la celebración del aniversario fue invitado el grupo Mitimae, que impactó con su música latinoamericana y una clase sobre los sikus. Para cerrar los festejos, los alumnos se subirán mañana a las 15 al escenario de la Feria de Mataderos. Y el 2 de noviembre pintarán un mural alusivo en el Parque Chacabuco.