SOCIEDAD › HAY 17 DISTRITOS AFECTADOS Y MAS DE MIL EVACUADOS EN LA PROVINCIA
En Capital cayó el agua equivalente al promedio del mes. Hubo problemas con aviones, trenes y subtes. En la provincia se produjeron anegamientos y unos 250 mil usuarios quedaron sin luz. El gobierno nacional dispuso la intervención territorial del Comité de Emergencia.
El temporal de lluvia y viento que se desencadenó, desde el martes por la noche, sobre la Capital Federal y el Gran Buenos Aires dejó más de mil evacuados en 17 municipios bonaerenses, cerca de 250 mil usuarios quedaron sin luz y se produjeron daños en viviendas y en espacios públicos. Algunas de las situaciones de mayor gravedad se produjeron en Bragado, donde hubo un tornado, y en Luján, donde el río alcanzaba anoche una marca cercana a los cuatro metros y medio, en ascenso (ver aparte). Como consecuencia de esa creciente, tuvieron que ser evacuados 160 alumnos que estaban en un recreo, en el Tigre, por el efecto que el Luján tuvo sobre el Delta. En La Plata voló una parte del techo del Estadio Unico, donde anoche jugaron, de todos modos, Estudiantes y River por la Copa Sudamericana. Y en Lanús, el estadio del equipo local quedó convertido en una gran pileta. Sólo en Marcos Paz había cerca de 500 evacuados y en algunos lugares, como San Miguel, se batió un nuevo record histórico porque cayeron 110 milímetros en sólo 24 horas. Nunca más cierto aquello de “tiempo loco”, porque mientras diluviaba en el área metropolitana, en Santiago del Estero la temperatura superó los 40 grados, mientras nevaba en Bariloche y Comodoro Rivadavia.
Frente a esta situación, la presidenta Cristina Kirchner dispuso que todos los ministros estén “a disposición de los municipios afectados” y que se disponga “la transferencia de recursos” en todos los casos en que sea necesario, según hizo saber el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, comentó que se trató de un “temporal impresionante”, sobre todo en Bragado, y que se habían tomado “todos los recaudos” para enfrentar la emergencia.
El jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, dijo que el Comité de Emergencia había iniciado una “intervención territorial” desde el martes y que se habían destinado 300 mil pesos para fortalecer el trabajo de Defensa Civil y de los Bomberos Voluntarios de las zonas afectadas. Respecto del suministro de electricidad, el funcionario precisó que Edesur mantenía 50 mil conexiones sin servicio, mientras que había 200 mil usuarios de Edenor sin luz. Mientras tanto, en La Plata, gran parte de los 345 mil usuarios del servicio eléctrico sufrieron cortes mientras duró el fuerte temporal.
Capitanich dijo que la situación más grave se vivió en Bragado, donde se produjo “un tornado de pequeñas dimensiones con ráfagas de 120 kilómetros por hora; hasta el momento tenemos 100 evacuados, 70 casas con voladura de techos, la destrucción total del Mercado Central y líneas de baja tensión caídas”. Comentó que la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, está en contacto con los intendentes de las localidades afectadas y que se mantiene “la intervención territorial para focalizar la ayuda más allá de que en algunas zonas” ya había dejado de llover. Más de 5000 policías, gendarmes y prefectos colaboraban con el personal de Defensa Civil en los lugares afectados.
Los municipios bonaerenses más afectados fueron los de General Rodríguez, Quilmes, Mercedes, Bragado, Moreno, Luján, Avellaneda, Lanús, Marcos Paz, Cañuelas, Las Heras, Lomas de Zamora, Berazategui, La Matanza, Zárate, Tres de Febrero y Coronel Pringles.
En la ciudad de Buenos Aires, mientras tanto, las inundaciones no fueron graves, como suele ocurrir cada vez que llueve con intensidad. Esto, a pesar de que cayeron 138,6 milímetros, cantidad equivalente a todo lo que suele llover durante el mes de octubre. El viento produjo la caída de 100 árboles, confirmó el gobierno porteño a través del director de Defensa Civil, Daniel Russo. Por varias horas se interrumpieron los vuelos en Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano. Hubo problemas también en los servicios de subterráneos y trenes.
Hubo calles anegadas en la zona del Bajo Belgrano, sobre las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta, mientras que vecinos de Los Piletones informaron que estaban bajo el agua las manzanas 8, 9 y 10 en ese barrio de Villa Soldati, donde más de cien personas tuvieron que abandonar sus viviendas.
Los problemas de mayor gravedad ocurrieron a 200 kilómetros de la Capital, en Bragado, donde además del derrumbe del nuevo Mercado Central y de muchas viviendas, cayeron postes del tendido eléctrico, árboles y una torre de energía que dejó a la ciudad a oscuras. Se volaron 35 techos, incluyendo el de la Iglesia Evangélica local.
En La Plata voló parte del techo del Estadio Unico, pero no hubo evacuados. El fuerte viento provocó la voladura de una de las membranas que forma parte del techo de la cancha de fútbol ubicada en 25 y 32.
En Coronel Pringles se produjeron inundaciones “a raíz de las intensas lluvias”, que comenzaron el domingo, más el caudal de agua proveniente de las zonas serranas. Esto se debe al desborde del arroyo Pillahuincó Chico, que inundó el barrio Roca y zonas periféricas. Unas 30 familias tuvieron que ser evacuadas. Está cortada la Ruta 85, entre Pringles y Coronel Suárez, por la caída del puente que une a las dos ciudades. También está inhabilitada la Ruta Nacional 51, entre Pringles y Bahía Blanca, por la rotura de otro puente carretero.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que hubo algunos records, como los 110 milímetros que cayeron en San Miguel en 24 horas, por encima de los 93 milímetros registrados en 1939. De acuerdo con la información conocida a través de diferentes fuentes, hubo 500 evacuados en Marcos Paz; 450 en Pringles; 170 en Luján; 100 en Bragado; 100 en el barrio Los Piletones; 25 en Quilmes y 20 en Ensenada. Todo hace un total de 1365 personas que tuvieron que dejar sus casas en la Capital Federal, Gran Buenos Aires y provincia de Buenos Aires.
En el Tigre, unos 160 alumnos y docentes que participaban de un campamento organizado por el Suteba tuvieron que ser rescatados en lanchas y llevados a tierra firme, para luego llevarlos de regreso a sus hogares. En Bahía Blanca, las fuertes lluvias colmaron la capacidad del dique Paso de las Piedras. Ante la inquietud de la población por una posible inundación, la jefa de la Autoridad del Agua, Marta Crisafulli, dijo que no se iban a abrir las compuertas y que se iba a dejar “que el agua desborde por un vertedero lateral”, sin afectar a la población.
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