Mié 10.12.2014

SOCIEDAD  › LA CUMBRE CLIMáTICA MUNDIAL EN LIMA ENTRA EN SU ETAPA DECISIVA

Ultimos días para un acuerdo

Esta semana, los representantes de los países deben acordar el documento que servirá de base para reemplazar en 2015 el protocolo de Kioto. Duras críticas del presidente de Bolivia.

› Por Carlos Noriega

Página/12 En Perú

Desde Lima

Con el presidente de Bolivia, Evo Morales, como la figura del día, se inició el período de las sesiones de “alto nivel” de la cumbre ambiental mundial COP 20, que se realiza en Lima hasta el viernes. El presidente boliviano dio un duro discurso contra los países desarrollados y pidió terminar con el modelo capitalista e incorporar “las enseñanzas” de los pueblos indígenas para “salvar a la madre tierra”. Morales fue el único jefe de Estado, junto con el presidente y el primer ministro de las pequeñas islas de Nauru y Tuvalu, en Polinesia, presente en el inicio de la fase culminante de la COP 20. También estuvo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien expresó su esperanza de que la cumbre de Lima culmine con un acuerdo global para tener un texto base para las negociaciones del próximo año en París, cuando se debe adoptar un nuevo acuerdo ambiental mundial que reemplace al Protocolo de Kioto, a partir de 2020.

El presidente peruano, Ollanta Humala, no asistió, como se esperaba, a la inauguración. A esa hora estuvo en una ceremonia castrense celebrando el día del ejército. Hoy estarán en la COP 20 los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; de Chile, Michelle Bachelet, y de México, Enrique Peña Nieto, países que con Perú integran la Alianza del Pacífico. La ausencia de más presidentes deslució la cumbre. En representación de Argentina estará el vicepresidente Amado Boudou, quien llegó a Lima anoche.

Evo Morales habló en representación de su país y también del llamado Grupo de los 77 (del que forman parte las naciones latinoamericanas) más China. El presidente boliviano llamó la atención sobre la amenaza que significa el cambio climático “para la sobrevivencia” de la humanidad, responsabilizó de esta situación a los países desarrollados, a los que acusó de “no cumplir sus obligaciones” y de hacer “lo posible, o imposible, para que otros hagan lo que ellos debieron hacer o tendrán que hacer en el futuro”. Propuso la creación de un Tribunal Ambiental Internacional para juzgar a los países que no cumplan con sus compromisos frente al problema del calentamiento global.

Evo enfiló sus críticas contra el modelo capitalista y resaltó “la sabiduría” de los pueblos indígenas. “Para salvar al planeta hay que terminar con el modelo capitalista depredador, que no piensa en la vida, sino en la ganancia, en acumular más capital. Quiero pedir a los países del mundo que realicemos un acuerdo climático basado en la protección de la vida y de la madre tierra, y no basado en el mercado y la ganancia. Hagamos un nuevo acuerdo climático desde una visión anticolonialista”, dijo el presidente boliviano en su discurso.

“Escuchemos con humildad a los pueblos indígenas, aprendamos de ellos. Les pido que podamos orientar nuestras decisiones tomando en cuenta la sabiduría de nuestros pueblos indígenas”, exhortó.

Evo Morales insistió, en nombre del Grupo de los 77 más China, en exigir un acuerdo que tome en cuenta las “responsabilidades comunes pero diferenciadas” ante el cambio climático entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. Este fue un tema central, que encontró trabas para avanzar, en las discusiones durante la primera semana de negociaciones en la COP 20. Un segundo tema en el cual hubo dificultades para un acuerdo en las negociaciones es el del financiamiento para enfrentar tanto los costos que significaría para los países no desarrollados la reducción de emisiones de gases invernadero, producidas fundamentalmente por los combustibles fósiles, como para enfrentar esa adaptación y los efectos del cambio climático.

En estos dos temas fue notorio, durante las negociaciones, el enfrentamiento entre países desarrollados y en vías de desarrollo. En estos dos puntos cruciales el avance de las negociaciones fue lento y se está lejos de un acuerdo. El concepto de responsabilidades comunes, pero diferenciadas es defendido por los países latinoamericanos, el Grupo de los 77 más China, el grupo de países de Africa y otras naciones en vías de desarrollo.

“Este concepto de responsabilidades comunes, pero diferenciadas significa reconocer que los países desarrollados tienen una mayor responsabilidad histórica en el calentamiento global y deben asumir esa responsabilidad con un mayor aporte financiero y de transferencia de nuevas tecnologías energéticas y de capacidades hacia los países en vías de desarrollo. Argentina es un país dispuesto a continuar realizando esfuerzos en materia de cambio climático, reduciendo las emisiones de gases invernadero, pero sin perder de vista sus prioridades de desarrollo. El desafío para los países en vías de desarrollo consiste en poder tomar medidas contra el cambio climático sin abandonar nuestras prioridades de desarrollo, en especial la eliminación de la pobreza”, señaló a Página/12 el embajador de Argentina en Lima, Darío de Alessandro.

Los países en vías de desarrollo exigen un mayor compromiso financiero a los países desarrollados, los que no quieren incorporar el tema de la mayor responsabilidad histórica y proponen un compromiso de “todos los países”, sin hacer diferencias, para movilizar recursos financieros. La cumbre climática de Lima ingresa a sus días decisivos.

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