La marina italiana logró llevar a buen puerto a unos 700 migrantes, hacinados en un carguero a la deriva en el mar Adriático. Se trata del Blue Sky M, un buque carguero con pabellón moldavo, que llegó el miércoles a la madrugada a Gallipoli, en el sureste de Italia. La policía y las autoridades marítimas sospechan que centenares de migrantes clandestinos, en su mayoría sirios, quedaron a la deriva luego de que piratas traficantes de personas abandonaran el buque. El martes pasado, frente a la isla griega de Corfú, el barco lanzó un alerta por la presencia de “hombres armados”. Las autoridades marítimas griegas inspeccionaron la nave, pero no encontraron nada sospechoso. El Blue Sky M tenía como destino el puerto de Rijeka, en el norte de Croacia, pero, poco después, cambió de rumbo para dirigirse hacia la costa italiana. Esta irregularidad hizo que intervinieran las autoridades italianas. Seis marinos lograron subir y no encontraron tripulantes a bordo. Tomaron el control de la embarcación, que se encontraba a unos 9 kilómetros de la costa, y lograron atracar en un muelle.