El asesinato de la adolescente Lola Chomnalez ocupa amplios espacios en los medios gráficos, televisivos, radiales. Pero es preciso señalar los límites de los contenidos estrictamente policiales y jurídicos que expresan los medios y los funcionarios entrevistados.

Detalles escabrosos acerca del lugar donde fue encontrada Lola, su postura, sus últimas actividades y contactos, las pericias interminables sobre ADN, las detenciones ordenadas tan rápidamente por la Justicia uruguaya y las tan igualmente rápidas libertades otorgadas a los mismos. Todo ello relatado una y otra vez por los grandes canales de televisión, intentando construir una información que muchas veces no está procesada ni avalada por ninguna instancia policial o del fuero penal.

Sería deseable moderar las salidas de este tipo, tratando de ocupar el valioso espacio comunicacional con otras búsquedas e investigaciones que puedan contribuir a centrar el fondo de la cuestión y no sus accidentes coyunturales y escabrosos.

Correspondería introducir en este tema el análisis sobre la situación de las adolescentes y las mujeres muertas en situaciones lindantes con la violencia de género. Recabar información y procurar encontrar las causas de los cientos de crímenes cometidos y que tienen al género femenino como principal objetivo. Señala la Organización Mundial de la Salud que la violencia de género constituye la principal causa de muerte en las mujeres de entre 15 y 44 años de edad, de mayor gravedad aun que el cáncer en todas sus variables. La impresionante cifra relevada por la ONG La Casa del Encuentro cada año, y que asciende a 255 femicidios para el 2014, da cuenta de la gravedad de los hechos.

El debate que reclamamos en los medios de comunicación debería incorporarse en la agenda política del más alto nivel, y en particular la discusión acerca de los mecanismos necesarios para su prevención. Hay fuertes consensos en reclamar contenidos integrales y formativos de educación sexual y prevención de la violencia de género en el sistema educativo desde temprana edad y también en poner en marcha los planes nacionales y regionales de prevención a través de campañas sostenidas en los grandes medios comunicacionales y que puedan llegar al conjunto de la población.

La ley de educación sexual nacional y local, las leyes de violencia de género, así como la ley de medios audiovisuales brindan el marco formal suficiente.

* Directora General de Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad - Defensoría del Pueblo CABA.