SOCIEDAD › UNA NIñA BALEADA CUANDO SU TíO PERSEGUíA CON EL AUTO A QUIENES SUPONíA DELINCUENTES
Un remisero observó a dos hombres en una actitud que le pareció sospechosa. Entonces subió a su familia al auto y comenzó a seguirlos. Al final, desde el auto dispararon. Un tiro mató a la nena. Creen que los agresores pueden haber pensado que ellos corrían peligro.
Una nena de 4 años fue asesinada de un balazo en el pecho cuando iba con su madre y otros dos chicos, en un remís manejado por un tío suyo que, por razones que se investigan, estaba persiguiendo a dos presuntos ladrones que iban en otro vehículo. El remisero, llamado Nelson Candy, de 27 años, dijo que al iniciar la persecución de los dos hombres que iban en un Peugeot 206 supuestamente robado, puso en funcionamiento una sirena que le había regalado un amigo bombero. En un momento de la persecución, desde el Peugeot hicieron dos disparos, uno de los cuales mató a la nena de 4 años. En principio, la Fiscalía a cargo no tiene registrado el robo de ningún vehículo como el mencionado por Candy, de manera que se cree, incluso, que los que dispararon contra el remís pueden haber pensado que los que corrían peligro de ser robados eran ellos. Un confuso y desgraciado caso.
El episodio ocurrió, en la madrugada del lunes, en Gregorio de Laferrere. Todo comenzó cuando la víctima, Briana López, de 4 años, cenaba con su mamá, sus tíos y otros dos chicos, en una pizzería ubicada frente a la Plaza de los Enamorados, en avenida Luro y Ruiz de los Llanos, en esa localidad del partido de La Matanza.
De acuerdo con el relato que hizo Nelson Candy ante la Justicia, él se puso nervioso cuando observó, en la plaza, la presencia de dos hombres supuestamente sospechosos y creyó que iban a cometer un robo. Según el remisero, otras personas que estaban en el lugar se apuraron a irse porque pensaron lo mismo, de manera que él suspendió la cena, hizo subir a todos a su auto y emprendió el regreso apresurado a casa.
“La salida terminó”, fue su consigna al hacer levantar a todos de la mesa, pero con posterioridad, al ver que los dos sospechosos se subían a un Peugeot 206, cambió de rumbo y decidió seguirlos en su Renault 9 con vidrios polarizados. Siempre de acuerdo con el relato de Candy, para tratar de “amedrentar” a los supuestos ladrones, puso en funcionamiento una sirena que le había regalado un amigo suyo que es bombero.
El remisero precisó que comenzó la persecución “por curiosidad”, sin tener en cuenta que llevaba a toda su familia en el vehículo. Luego de recorrer unas pocas cuadras, perdió de vista a los “sospechosos”, pero en lugar de olvidarse redobló esfuerzos y resolvió “dar otra vuelta para ver si los encontraba”; finalmente lo logró y retomó la persecución.
En la esquina de Martín García Merou y Voissin, a unas siete cuadras de la plaza, volvió a toparse con los supuestos delincuentes, esta vez de frente, y activó nuevamente la sirena de su auto. Al pasar a su lado, uno de los ocupantes del 206 extrajo una pistola y disparó en dirección al remís al menos dos balazos, uno de los cuales impactó en el tórax de la niña. Los desconocidos aceleraron y escaparon del lugar.
El remisero condujo a toda velocidad a un centro asistencial de la zona, pero Briana ya había fallecido, dada la gravedad de las heridas sufridas.
En el caso intervinieron efectivos de la Jefatura Departamental La Matanza y el fiscal Carlos Arribas, del Departamento Judicial del distrito, quienes ordenaron un rastrillaje en busca del 206 que no dio resultado. Los peritos de la Policía Científica bonaerense encontraron dos plomos dentro del auto, uno de los que había impactado en el cuerpo de la niña, y también hallaron un casquillo en el cruce de calles donde ocurrió el incidente. Las autoridades buscan cámaras de seguridad instaladas en la zona que pudieran haber captado el paso del 206.
Las fuentes judiciales dijeron que si bien el relato de Candy “suena raro” y no se entiende bien “por qué decidió seguir a los supuestos delincuentes”, puede que sea creíble que los agresores creyeran que estaban siendo seguidos por una fuerza de seguridad y por eso los atacaron. Es posible que no hayan notado que iban los integrantes de una familia, porque el remís tiene vidrios polarizados.
Hasta ayer, la Fiscalía no había detectado ninguna denuncia sobre el robo de un Peugeot 206 en la zona y, por eso, tampoco se descarta que los autores del disparo hayan creído que el remís era “un falso móvil policial y que ellos eran los que corrían peligro; es todo muy confuso”, dijo una fuente policial consultada por Página/12. De todos modos, ninguna de las alternativas sirve para explicar un episodio lamentable que provocó la muerte de una niña de 4 años.
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