El martes a la madrugada, durante la persecución de dos personas sospechadas de haber robado una estación de servicio en La Tablada, murió de un disparo en la cabeza el sargento de la Policía Bonaerense Miguel Angel Medina, de 30 años. Al principio se había informado que el disparo mortal había sido realizado por uno de los ladrones, pero ayer se aclaró que se trató de un lamentable accidente. La agente que acompañaba a Medina reconoció que a ella se le escapó el balazo que mató a su compañero; dijo que eso ocurrió porque se encandiló con las luces de la baliza del patrullero en el que ambos se movilizaban. Medina y su compañera iban en un móvil del Comando de Prevención Comunitaria Norte. El Ministerio de Seguridad bonaerense informó que la joven policía, Verónica Castillo, de 24 años, quien fue desafectada de sus funciones, había ingresado a la fuerza en abril de 2011. La joven prestó declaración ante el fiscal del caso, Jorge Yametti, y confesó que se le había escapado el disparo “por error”. La Justicia no resolvió la situación de Castillo.