El presidente de Uruguay, José Mujica, afirmó ayer que su país no tolerará que los hombres les peguen a las mujeres y que “es algo que no se negocia”. Los comentarios del presidente surgieron ante las diversas versiones que circularon sobre un presunto caso de violencia doméstica en una de las parejas de refugiados sirios que llegó recientemente al país.

Uruguay se comprometió el año pasado a albergar a varios grupos de sirios, en su mayoría menores de edad, que vivían en asentamientos para refugiados tras la guerra civil que estalló en su país en 2011. En las próximas semanas se espera recibir a más familias provenientes de Medio Oriente.

Si bien a Mujica no le consta que el hecho haya ocurrido, admitió que es un tema que “preocupa”. “No estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados si los hombres les pegan a las mujeres”, enfatizó y precisó que “todo tiene un límite”.