La mujer, una vecina del barrio porteño de Belgrano, se comunicó telefónicamente con la empresa de televisión satelital para que le reactivaran el servicio, interrumpido durante sus vacaciones. Al otro día, dos supuestos operarios de la empresa, vestidos con ropas similares a la de los empleados de DirecTV e incluso con credenciales “nuevas, impecables”, tocaron el timbre y la dueña de casa abrió la puerta con una sonrisa. Una vez adentro, uno de los supuestos operarios amenazó a la mujer y a su hija con un arma, y en pocos minutos se apoderaron de dinero, joyas y otros valores. Los dos supuestos empleados caminaron una cuadra con una enorme bolsa al hombro en la que llevaban el fruto del asalto. La mujer salió a la calle y, a los gritos, alertó a un vigilador privado, a los ocupantes de un patrullero y a un bicipolicía de la seccional 51ª que recorrían la zona, quienes les cortaron la retirada a los falsos técnicos y los detuvieron.

“La mujer, al igual que su hija, están bien, no les pasó nada, más allá del susto”, le dijo a Página/12 el subcomisario Pablo Freasa, de la División Prensa de la Policía Federal. “A pesar del mal momento, la mujer tuvo suerte de tener muy cerca a un puesto de vigilancia privada y al hecho de que los móviles policiales e incluso los policías en bicicleta frecuentan la zona, y cuando escucharon los gritos de auxilio, pudieron hacerse presentes con mucha rapidez y los detuvieron a los dos”, explicó el vocero de Prensa de la Federal.

El episodio ocurrió en una casa ubicada en Blanco Encalada al 800, una zona que cuenta con más servicios de seguridad, privados y públicos, que otros lugares de la Ciudad de Buenos Aires. En ese marco llamó la atención la tranquilidad con la que actuaron los dos supuestos empleados de la empresa de televisión satelital, que fueron caminando con lentitud, para no levantar sospechas, hasta el lugar donde habían dejado estacionado un Volkswagen Voyage, en el 900 de la misma calle. El auto, que tenía la patente adulterada en sus números (del 280 auténtico al falso 208), fue secuestrado, a la vez que se recuperó todo lo que habían robado.

“Lo que dice la mujer es que ella, efectivamente, se había comunicado con DirecTV para pedir la reactivación del servicio, de manera que no tuvo ninguna sospecha cuando vio llegar a los supuestos empleados, que estaban vestidos con ropas similares a las que usan los operarios de esa empresa y que incluso mostraron credenciales en buenas condiciones, impecables”, precisó el subcomisario Freasa. Una vez dentro de la casa, uno de los hombres amenazó a la dueña de casa y a su hija con una pistola Glock 9 milímetros, que también fue secuestrada.

Los falsos operarios se habían llevado de la casa una cifra no precisada de pesos argentinos y uruguayos, joyas, relojes marca Rolex, varios objetos de plata y otros de oro; todo estaba dentro de la bolsa con la que escapaban y todo fue recuperado, según precisó el vocero policial. Freasa ratificó que “los ladrones estaban vestidos con la indumentaria de la empresa DirecTV, con gorras y remeras” que parecían auténticas.

En una etapa posterior de la investigación se está analizando si son legítimas o no las credenciales que mostraron los supuestos empleados de la firma. “La víctima nos confirmó que ella, personalmente, se había comunicado con la empresa para solicitar la reconexión, de manera que ahora estamos tomando contacto con los responsables de la empresa para saber cuál es el trámite interno cada vez que se pide una reparación o una reconexión del servicio.”

Aunque todavía es prematuro redondear una hipótesis, se mencionaba la posibilidad de que se haya producido algún tipo de “contacto interno” a partir del cual “estas personas tuvieron el dato preciso para llegar a una casa donde se había pedido la presencia de personal técnico”. Hasta anoche, la empresa no se había pronunciado sobre el episodio; las autoridades policiales y judiciales estaban a la espera de esa información, según indicó el subcomisario Freasa.