Una niña de nueve años que fue identificada como Martina Ema Sarmiento pasaba la noche del domingo con su familia en un parque de diversiones cuando cayó de uno de los principales juegos del parque, conocido como barco pirata, y murió aparentemente golpeada por el mismo mecanismo. El incidente tuvo lugar en Miramar, una localidad turística cordobesa, de pocos habitantes, ubicada a la vera de la laguna de Mar Chiquita en el departamento de San Justo, a unos 190 kilómetros al nordeste de la ciudad de Córdoba.

La niña estaba con sus familiares en el juego, que tiene una mecánica que funciona como un péndulo, cuando en el momento de mayor altura del recorrido se cayó de su asiento y el aparato que continuaba su trayectoria en descenso la golpeó en la cabeza provocándole la muerte.

La familia de la nena, que proviene de una zona rural del departamento Río Primero, se encontraba de paseo en Miramar pasando la noche del domingo en este parque de diversiones que está ubicado en un predio entre las calles Córdoba y Alem.

El comisario de la localidad, Raúl Araya, declaró que “no se sabe si ella se cayó accidentalmente o cómo se cayó, es algo que se está investigando”. Según relató a Página/12 una radio local, el parque de diversiones es pequeño y pertenece a una familia de Miramar de la que no se aportaron mayores datos. Un equipo de peritos de Córdoba trabaja en la localidad para dilucidar si los juegos del parque funcionaban con las normas de seguridad que estos lugares requieren.

Según el intendente de Miramar, Germán Di Cesare, el parque de diversiones tenía todo al día y éste fue el primer incidente que presenta el lugar. “Tiene sus habilitaciones al día, hablé con el propietario y confirmamos las actualizaciones de los seguros”, aseguró.

Tras lo sucedido con la pequeña, el parque fue clausurado a la espera de la llegada de los técnicos de Policía Judicial, que trabajaron para efectuar las investigaciones necesarias para conocer qué sucedió.

La investigación se encuentra a cargo de Alejandro Acuña, fiscal de Instrucción de Morteros (ciudad ubicada a 265 kilómetros al nordeste de la capital cordobesa y a 20 kilómetros de Miramar), que tiene competencia sobre esta ciudad.

Este episodio recuerda al que marcó el final del famoso Italpark en Buenos Aires, cuando el 29 de julio del año 1990 una adolescente de 15 años que vacacionaba con su familia cayó al desprenderse uno de los carritos de un juego y murió. Al día siguiente, un juez dispuso la clausura preventiva del parque que funcionaba en un predio ubicado en avenidas Callao y Del Libertador. Pocos días después el parque dejó de funcionar.

Según los peritajes ordenados por la Justicia, la mayoría de los entretenimientos del Italpark no estaban en condiciones seguras. Muchas de las fallas, según demostró un informe posterior, eran de origen eléctrico. Al juego en el que se produjo el accidente no le habían realizado estudios técnicos desde hacía 7 años.