En el primer día del juicio contra Yanina González, la joven de 23 años con discapacidad mental acusada de abandono seguido de muerte por el fallecimiento de su hija, de dos años, su abogada defensora pidió la nulidad del proceso. “Pedí que los jueces dictaran la nulidad de oficio porque no hay ninguna posibilidad de hacer cargo a Yanina de ese hecho. No hay cargo, no hay caso, la fiscal no tiene elementos”, explicó a Página/12 la letrada Gabriela Conder. Sin embargo, la fiscal Carolina Carballido Calatayud, responsable de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Pilar y quien por la muerte de la misma niña impulsa otro juicio, con otra acusación, contra la ex pareja de González, sostuvo la acusación. Durante la audiencia, que se extendió entre las 9 y las 16, declararon seis testigos; todos dieron testimonios favorables a González, quien presenció las actuaciones en la sala y llorando. La joven está privada de su libertad desde el día en que murió su hija Lusmila, el 17 de agosto de 2013, a cuyo velatorio no le fue permitido acudir. El juicio continuará esta mañana, en el Juzgado de Garantías 6 de San Isidro.

“La fiscal no tiene elementos para acusar a Yanina”, aseguró a este diario la abogada Conder, quien recordó que la misma Carballido Calatayud pidió la elevación a juicio de dos causas diferentes por la muerte de la nena. “Argumentamos que hay otra causa donde la misma fiscal relata otros hechos y acusa a (la ex pareja de la joven, Alejandro Javier) Fernández de homicidio por la muerte de la nena. Son dos hechos distintos de acuerdo con esa fiscal: acusa a Yanina por abandono seguido de muerte y a Fernández de homicidio. Pedí nulidad de la acción porque los hechos que describe son totalmente distintos y contradictorios, aunque se tata de un mismo hecho. Además, señalé que la fiscalía cometió un delito por estafa procesal, porque mientras requería elevación a juicio de la causa contra Yanina ya había iniciado la causa por homicidio contra Fernández, pero ni el juez ni nosotros estuvimos informados de eso”, explicó Conder. A pesar de su pedido, el proceso continúa. La abogada señala que la continuación de ambos procesos judiciales es inusual y no respeta el principio según el cual “el hecho investigado es uno solo y, por lo tanto, debería estar siendo investigado por el mismo juzgado, no en dos causas paralelas en dos juzgados diferentes”. Conder pedirá la nulidad a Casación.

Durante la audiencia de ayer, declararon seis testigos: la vecina de la casa donde convivían González, Fernández y la niña; el remisero que llevó a los tres al hospital donde Lusmila fue dada por muerta; el policía que vio el estado de Lusmila; el padre de la niña; la tía de González y una ex pareja de Fernández. El remisero contó que, camino al hospital, González pedía a Fernández que le hiciera respiración boca a boca a la chiquita, “decía ‘hacé algo para que reaccione’”.

La última testigo contó que Fernández había ejercido violencia contra ella y su hijo de dos años, por lo que había presentado denuncias que nunca llegaron a destino. A esa mujer, que atestiguó convocada por la fiscal Carballido Calatayud, la abogada Conder la vio llorando en un cuarto intermedio de la audiencia. “Decía ‘Fernández me va a matar a mí, va a matar a mis hijos’. Estaba con mucho miedo. Entonces le dije que le pidiera protección a la fiscal. Ella fue, le pidió protección y la fiscal le dijo ‘a mí no me vengas a decir, tenés que hacer la denuncia en la fiscalía de tu barrio’. Esa mujer es testigo de la fiscal en las dos causas por la muerte de Lusmila y corre peligro por la declaración que dio. Es lamentable.”