No hubo acuerdo entre los vecinos del Parque Lezama y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con respecto a la situación de las obras que se llevan adelante en el predio desde junio del año pasado. Las denuncias vecinales se centran en el emplazamiento de rejas, a las que se oponen y consideran ilegales al no tener la autorización de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Además reclaman por la lentitud y las negligencias en la puesta en valor del parque. Durante una segunda reunión de mediación que mantuvieron ayer, las autoridades no presentaron ninguna solución a los problemas apuntados y volvieron a ratificar su postura de colocar el enrejado, pese a no mostrar ningún documento de la comisión que avale la decisión. Hoy, el titular de este organismo, Jaime Sorín, se reunirá con el subsecretario de Espacios Públicos porteño, Patricio Di Stéfano, para hacerle observaciones en relación con las condiciones de las obras. Mientras tanto, entre mañana y pasado habrá un nuevo encuentro de mediación. Al cierre de esta edición, los vecinos se encontraban en asamblea para decidir qué medidas tomar.

“No hubo ningún tipo de acuerdo. Sólo respondieron sobre el tema de la iluminación del parque, pero sin una solución convincente. Nosotros pedíamos que se colocara un sistema de luces durante las obras para que el parque no quede a oscuras y haya mayor seguridad. Sin embargo, nos dijeron que iba a haber iluminación recién el 12 de marzo cuando se terminaran las obras, que hace tiempo están demoradas”, contó a Página/12 Mauricio García, integrante de la Asamblea de Vecinos en Defensa del Parque Lezama.

El encuentro entre los vecinos y funcionarios del gobierno porteño con el director de Espacios Verdes, Nicolás Quintana, se dio ayer por la tarde en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Los problemas, aunque datan del año pasado, se acentuaron el 10 de febrero, cuando la empresa constructora que trabaja en el parque comenzó a levantar pilares e inició la base de hormigón de un enrejado.

Si bien el proyecto de puesta en valor del predio contempla la colocación de unas rejas, el emplazamiento que comenzó a instalarse sin aviso no coincide con el propuesto. Además no forma parte de la licitación que se aprobó el año pasado para la modificación del parque, ni está autorizado por la Comisión Nacional de Museos. En 1997, el Parque Lezama fue declarado Monumento Histórico Nacional, y por ley se necesita el aval del organismo para realizar cambios.

“Esperábamos ver los permisos para levantar rejas en el parque que los funcionarios dicen que tienen firmados. No los presentaron y volvieron a tomar una postura intransigente. Nos dijeron que las iban a poner, que la decisión ya estaba tomada y no podían demorarse más”, señaló García.

El vecino aseguró que “tampoco nos ofrecieron respuestas a la propuesta que hicimos de que se contraten guardaparques y se instalen sistemas de cámaras y luces. Estos elementos son suficientes para una mayor seguridad. Las rejas no son necesarias, no resuelven este problema”, agregó.

García afirmó que la intención de los habitantes es encontrar una solución pacífica al conflicto. Por esta razón, aunque todavía no obtuvieron respuestas satisfactorias, no presentaron una denuncia penal por incumplimiento de deberes de funcionario público contra Di Stéfano y tampoco una medida cautelar para evitar que se siga restringiendo el uso del espacio verde.

“El gobierno porteño no da ninguna solución, sólo patea la pelota para adelante. Está empecinado en poner las rejas. Pasa por arriba a la comisión, no nos escucha. Si no hay voluntad, es muy difícil llegar a un entendimiento”, consideró.

Informe: Gonzalo Olaberría.