Un chico de 17 años que había sido secuestrado por dos delincuentes cuando salía del colegio fue rescatado ayer al mediodía por policías, que lo encontraron atado y con los ojos vendados en el baúl de un auto, en el barrio porteño de Villa Lugano. Los delincuentes habían llegado a hablar con los familiares de la víctima para pedir cinco mil pesos de rescate, pero cuando se dieron cuenta de que policías patrullaban la zona optaron por huir y abandonar al adolescente.
El joven había sido tomado cautivo por tres hombres que se movilizaban en dos autos y una moto, y fue obligado a ingresar al baúl de uno de los vehículos, un Ford Escort. A los pocos minutos, sólo formaban parte del secuestro un hombre a bordo de ese auto y otro en la moto.
Al ver que policías que circulaban por la zona los observaban, el delincuente del Escort descendió del vehículo, dejó al chico encerrado en el baúl y, en la esquina de Roca y Escalada, escapó junto a su cómplice de la moto. Antes de huir se tirotearon con la policía.
Los gritos del adolescente alertaron a los uniformados que, finalmente, lo rescataron. Según el testimonio del joven, al mediodía salió del colegio marista ubicado en las calles Saladillo e Itatí, del barrio de Lugano, y tras caminar dos cuadras hacia su casa fue interceptado por los ocupantes de dos automóviles y una moto. El adolescente relató que en ese momento le vendaron los ojos, lo ataron y lo introdujeron a la fuerza en el baúl del auto. Enseguida se comunicaron telefónicamente con los padres para reclamarles un rescate de cinco mil pesos, pago que nunca se realizó.
Según informó la policía, los delincuentes “daban vueltas por la zona, hasta que fueron detectados en actitud sospechosa por efectivos policiales que realizaban un control”. Lo que aún no lograron determinar los investigadores es si los secuestradores fueron a buscar especialmente a ese chico o si su intención era capturar a cualquier joven que concurriera al colegio privado. Los voceros policiales aseguraron que el adolescente estaba físicamente bien, aunque bastante asustado, por lo que esperaban su recuperación para ser llevado a declarar ante el fiscal federal que interviene en la causa.