SOCIEDAD
› BECERRA PRESENTO UNA BASE DE DATOS SOBRE ILICITOS
Un Rufián para combatir el delito
“No hay un mapa del delito en el país y no puede ser que no lo haya.” El procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, llamó ayer a conferencia de prensa para decir que el Ministerio Público Fiscal “con muy bajo nivel de inversión” concluyó la primera etapa de un programa para crear un “mapa del delito” que permitirá orientar las políticas públicas para “ayudar a la prevención del delito en las zonas ‘calientes’ de la ciudad y mejorar la eficacia del quehacer policial”. El procurador dijo que desde abril de 2001 los fiscales han reunido 378.713 denuncias por delitos cometidos por autores desconocidos, lo que hace, hasta septiembre de 2003, un promedio de 15 mil casos por mes. La estadística fue presentada para explicar cómo aumentó el trabajo en las fiscalías, sin recibir medios acordes con ese incremento, y como base de datos del futuro “mapa del delito”. También se cuestionó un anuncio similar formulado hace unos días por la Secretaría de Seguridad Interior, que no toma en cuenta el proyecto de la procuración.
La base de datos reunida ha servido para poner en marcha un sistema de software específico que, una vez desarrollado, permitirá establecer cuáles son las “zonas calientes” del delito, qué tipo de hechos delictivos ocurren en esos lugares y establecer las políticas más convenientes para enfrentar el problema. Un relevamiento primario indica que el 30 por ciento de los hechos ocurre en shoppings o en villas de emergencia.
El proyecto, del que participa la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, tiene por objeto establecer la “convergencia en el espacio y en el tiempo de personas dispuestas a delinquir y objetos atractivos sin una vigilancia adecuada”. En el año 2002 los delitos contra la propiedad convirtieron en “zonas calientes” a los barrios ubicados en el límite con la General Paz, mientras que los asaltos a mano armada descollaron en Belgrano, Palermo y el microcentro.
El sistema utilizado, y que deberá ser mejorado, fue denominado “Rufián” y permite a cada fiscalía enviar información detallada con descripción de autores, vehículos utilizados, armas si las hubo, fecha y hora. “Nosotros iniciamos el camino con muchísima responsabilidad y sin recursos. Vamos a hacer el mapa del delito o vamos a ayudar a concretarlo”, dijo un Becerra muy molesto porque el secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Interior, Ignacio Rodríguez Varela, anunció el martes un proyecto similar que está en pañales y que parece no tener en cuenta el trabajo que la procuración viene haciendo desde 2001.