El inusual temporal que afectó la región norte de Chile contabilizó ya 17 personas fallecidas y 20 desaparecidos, según un informe oficial, mientras que los damnificados sumaban más de 26.000, según cifras de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), cifras que podrían crecer en las próximas horas según han advertido las autoridades.

El director de la Onemi, Ricardo Toro, detalló que tres de los fallecidos corresponden a la región de Antofagasta, mientras que otros 14 corresponden a la región de Atacama. El total de damnificados asciende a 26.406, de los cuales 5084 son de Antofagasta, 20.720 de la región de Atacama y 602 de Coquimbo. Toro informó que sólo 93 de los damnificados en la región de Antofagasta se encuentran en albergues, una situación distinta a la que enfrenta Atacama, donde existen 20.720 damnificados y 4041 evacuados.

El balance de víctimas mortales ha ido aumentando con el paso de los días y las autoridades prevén que seguirá creciendo a medida que avancen los trabajos para remover los escombros de las viviendas que fueron arrasadas por las inundaciones y los aluviones.

Asimismo, unas 5000 viviendas quedaron con daños severos en Atacama, unas 871 en Antofagasta y 33 en la región de Coquimbo. Respecto de los problemas más complejos que se presentan actualmente, Toro detalló que en Antofagasta se reportan 3291 personas en la comuna de Tatal sin agua potable, mientras que la ruta 1 en dirección a esa localidad se encuentra interrumpida debido a socavones en distintos puntos. En tanto, en Atacama hay 6721 pobladores sin electricidad, distribuidas en las localidades de Alto del Carmen, Copiapó, Tierra Amarilla, Diego de Almagro y Chañaral.

En el marco de esta tragedia, los tres mineros del grupo de los “33 de Atacama” que permanecían inubicados (aunque no contabilizados como desaparecidos) tras las inundaciones están a salvo pero “perdieron todo”, confirmó el líder del grupo de mineros, Luis Urzúa.