SOCIEDAD
› OPINION
Se requiere ecuanimidad
› Por Raúl Kollmann
“La causa está parada”, diagnosticó el jueves el fiscal Molina Pico. Y da toda la impresión de que tiene razón. Lo que de verdad llevó el caso al pantano es que hay un choque de fondo, durísimo, entre el fiscal y la familia García Belsunce.
Molina Pico volvió a demostrar el jueves que investiga una sola pista: Carrascosa no mató él mismo a María Marta, pero la mandó a matar. El punto débil es que el fiscal no ha podido determinar por qué habría mandado asesinar a su mujer ni quién fue la mano de obra del crimen.
En el otro rincón está la familia García Belsunce, que sostiene que fue víctima del crimen y que el asesino está en una banda integrada por un grupo de vigiladores del country y el vecino Nicolás Pachelo. Está probado que esa banda robaba en las casas del Carmel –hay confesiones recientes de los propios vigiladores–, que uno de los guardias de la banda era muy violento y la hipótesis es que aquella tarde empezó a llover; María Marta, que estaba jugando al tenis, volvió a su casa antes de lo pensado, los encontró robando y la mataron. Los García Belsunce aportaron elementos concluyentes sobre los robos, pero no han podido probar que ese grupo la mató.
La causa García Belsunce debería avanzar en las dos pistas, en un clima de ecuanimidad y búsqueda del culpable o los culpables. Como el clima es de guerra, el fiscal traba toda prueba que no vaya contra Carrascosa y los García Belsunce obstaculizan a un fiscal al que consideran un enemigo.
Hasta el momento, Molina Pico no ha sido ecuánime y el jueves, en la conferencia de prensa, volvió a dar varias pruebas de ello:
- Repitió que los familiares taparon los orificios de bala con pegamento. Sin embargo los dos médicos forenses que hicieron la autopsia dictaminaron que no había pegamento. El doctor Carlos Flores, por ejemplo, declaró a fojas 1402 que “ni de los exámenes realizados en la cabeza de la occisa ni en los realizados en laboratorio se determinó la presencia de alguna forma de pegamento”. Los dos químicos de la Universidad de La Plata –con los que dialogó Página/12–, que realizaron una pericia sobre trozos de la piel de la cabeza, sostuvieron exactamente lo mismo: “Es un delirio afirmar que había pegamento”, le dijeron a este diario.
- El fiscal desconoce las propias declaraciones de los vigiladores que no sólo confesaron que robaban, sino que también apuntaron a uno de los guardias, José Ortiz, del que dijeron que “es un matón, un loco, un chorro de primera”. Ortiz fue el primer vigilador que apareció aquel día frente a la casa donde se desarrolló el drama.
- El vecino Nicolás Pachelo dijo que poco después de las 18 se fue del country. Después de un año, apareció el video de la puerta del barrio –fue puesto al aire el miércoles por el programa “Zona de Investigación”– y las imágenes demuestran que salió a las 19, o sea después del asesinato. ¿Por qué mintió?
- Molina Pico dice que los García Belsunce se niegan a sacarse sangre para comparar el ADN con el de las manchas encontradas en el baño. Pero la enemistad es tan grande que la familia está convencida de que el fiscal utilizaría la sangre extraída para después decir que el ADN coincide con las manchas del baño. “Nos harán otra maniobra como la del pegamento”, dicen. Por lo tanto, los García Belsunce piden que primero se termine el análisis de las manchas y después ellos se sacarán sangre. El fiscal argumenta que ya está todo terminado, mientras la familia dice lo contrario. Por ejemplo –siempre según la versión de los familiares y del juez de Garantías, Diego Barroetaveña–, ni siquiera se dice si las muestras estudiadas son de pelos, saliva o sangre. Como es obvio, sería lógico que en el baño apareciera un pelo o saliva de Carrascosa, pero lo incriminante sería si las manchas corresponden a sangre del viudo.
¿Hay pruebas contra Carrascosa? De que mandó a matar a María Marta, no. El fiscal lo acusa por hechos como el pituto, la llamada hecha para que noapareciera en la escena la policía y otras evidencias de ese estilo. ¿Hay pruebas contra la banda de vigiladores y Pachelo? De que mataron a María Marta, no. Pero está probado que robaban, eran violentos y que mintieron.
Justamente, por este cuadro de situación, con volumen de pruebas similar para las dos hipótesis, es que el caso requiere de una ecuanimidad y una mente abierta que el fiscal no exhibe hasta ahora. Si al final de todo se demuestra que Carrascosa no mató a su esposa, sería muy grave que a un viudo, que perdió a su mujer, se lo haya sometido a semejante tortura.