La Plaza de Mayo se tiñó de azul ayer en el Día nacional y mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Diferentes organizaciones de familiares de personas que padecen este trastorno, en conjunto con la Comisión Nacional Asesora para la Integración de las Personas con Discapacidad (Conadis), realizaron un acto y posterior movilización hacia el Obelisco con velas azules para destacar la importancia de la detección temprana del autismo.

“El autismo es una forma diferente de percibir las cosas, los chicos procesan mediante lo sensorial, entienden todo lo que pasa, pero a veces no pueden expresarlo en palabras. De todas maneras cada caso es único”, contó a este diario Claudia, mamá de Lautaro, un chico autista de ocho años que jugaba a su lado con un globo azul. Un grupo de “mamás y papás con ganas de cambiar la mirada social sobre el autismo”, nucleados en las organizaciones TGD Padres TEA, Brincar x un Autismo Feliz y Apadea, realizan desde hace años este acto anual para concientizar sobre el autismo e informar en qué consiste.

La particularidad de este año 2015 “es que contamos con dos leyes, la 27.043 y 27.053, sancionadas a fines del año pasado, que establecen este día como nacional y que proveen un servicio integral de atención para la detección temprana del autismo, ajustado al calendario de vacunación”, contó a Página/12 Silvia Bersanelli, presidenta de Conadis.

“Este año, el Estado es parte de la organización de las actividades” y convocó a participar de esta jornada en las redes sociales donde “diferentes personalidades, a las que se sumó el Papa, se sacaron fotos con carteles para alertar sobre la importancia de la detección temprana del autismo”, explicó Silvia a este diario.

Lucas y Marisa son padres de Joaquín, un chico de once años con autismo. Ellos integran la organización de padres TGD padres TEA y ayudan a otras familias que desconocen qué hacer cuando un familiar es diagnosticado con autismo.

“Estamos acá trabajando para erradicar los mitos, el miedo y los prejuicios”, explicó Marisa. “Muchas veces se dice del autista que vive en su mundo, que no tiene sentimientos, algo que no podría estar más lejos de la realidad”, añadió su marido Lucas. “La idea de esta actividad es empoderar a las familias. Una de cada 68 personas es autista en el mundo y en nuestro país faltan profesionales especializados”, amplió Marisa.

“La idea es lograr una detección temprana. La nueva ley que presentaron las distintas organizaciones, y que acompañamos desde el Estado nacional, busca llegar al diagnóstico temprano con un tratamiento no invasivo, que consiste en preguntas que se le hacen al niño durante las distintas etapas de vacunación”, contó a este diario Silvia Bersanelli.

“Nosotros a Joaquín se lo detectamos a los tres años y medio. Con los métodos que existen hoy en día, a los 18 meses puede detectarse. El próximo paso es que los chicos logren entrar a una escuela común.” Según Marisa, las escuelas suelen argüir que no están preparadas para recibir a estos chicos.

“Hay que trabajar para que tanto a nivel nacional como provincial se elimine la segregación de los chicos con autismo y se genere una sociedad y una cultura inclusiva”, cerró Silvia.

Informe: María Fernanda Rezzano.