Los jóvenes comensales que estaban ayer por la mañana en el McDonald’s de Corrientes y Pellegrini, en el macrocentro rosarino, terminaron debajo de las mesas cuando un policía de civil –que está con carpeta médica– entró a los tiros al local, tras una discusión de tránsito. El episodio había comenzado con una pelea en la calle y un joven discriminado por el policía de 37 años, que terminó dentro del comercio de comidas rápidas, alrededor de las 6.30, cuando los clientes eran sobre todo jóvenes que terminan sus salidas nocturnas con un menú de hamburguesas en la concurrida casa de comidas. Al mismo tiempo, en la zona oeste, otro agente protagonizó un episodio similar, cerca de un boliche de Fisherton. Ambos quedaron detenidos.

El primero de los hechos que tomó estado público, sobre todo por la concurrida zona en la que ocurrió, fue el protagonizado por el policía que tiró al menos seis veces dentro del local, tras bajarse de su Peugeot 407 gris, por un incidente con otras personas que al parecer tocaron uno de los espejos de su vehículo. El oficial discutió primero en la calle, pero no contento con eso fue en busca de un arma –que aparentemente sería de un familiar que es también policía– y regresó al local de comidas rápidas, donde desató su furia en medio del comedor. Afuera, también había discriminado a un ciudadano boliviano, según denunció el transeúnte que tuvo la discusión con el policía.

Se trata de un agente del Comando Radioeléctrico, que está de licencia por prescripción médica, por lo que no tiene su arma reglamentaria. Tras la pelea que había tenido afuera, volvió armado a buscar al hombre con quien había discutido poco antes. Las declaraciones de los testigos señalan que se escucharon entre seis y siete detonaciones y los clientes del lugar atinaron a tirarse bajo las mesas o a salir corriendo de allí. En el comedor quedaron esparcidos los combos que ofrece la popular hamburguesería.

El policía, según el primer informe de la Fiscalía Regional, ingresó al local portando un arma 9 milímetros y empezó a disparar al divisar al hombre con el que había protagonizado la pelea. Pese al susto, no se registraron heridos de consideración y el sospechoso fue detenido.

Casi a la misma hora, otro agente protagonizó un episodio similar en Eva Perón y Donado, pero en plena calle. El policía de la localidad de Roldán, a escasos 15 kilómetros de Rosario, comenzó a disparar por una cuestión supuestamente personal, cerca del boliche Jalisco, de Fisherton. Ubaldo Q. iba vestido de civil cuando inició los disparos. Cuando personal policial de la Comisaría 17ª llegó al lugar, depuso su actitud y se entregó. La policía fue alertada por un llamado al 911 y el acusado fue puesto a disposición de la Justicia.