Un bonaerense fue detenido por haber utilizado su arma al estilo tiro-por-las-dudas-antes-de-que-se-me-escape y baleado a un joven que, como se dijo, escapaba con un amigo en una moto que luego se determinó que era robada. El bonaerense hizo su descargo de manual, declaró que le habían tirado y respondió, aunque no se encontró ninguna arma más que la suya. Preventivamente quedó preso, pero la moto fue recuperada y será devuelta a su legítimo dueño.

La persecución tuvo lugar el lunes alrededor de las seis de la tarde, cuando el uniformado Fernando Matías Rodríguez (22) –un recién egresado de la escuela de la Bonaerense, asignado al Comando de Prevención Comunitaria (CPC)– patrullaba el barrio Libertador, en la localidad de Loma Hermosa, partido de San Martín, a bordo de un móvil que era conducido por una sargenta.

Según la versión policial, es decir, de los colegas del detenido, los dos uniformados detectaron “el paso de dos masculinos a bordo de una moto en actitud sospechosa”, actitud que no fue explicitada por la fuente. Decidieron entonces detenerlos para poder identificarlos. El conductor de la moto cuando vio la cercanía del patrullero aceleró para escapar –lo que en sí mismo no implica culpabilidad, ya que existe la suficiente sospecha histórica como para acelerar antes de que tiren– y se inició la persecución.

Los ya prófugos se dirigieron hacia un arroyo que divide el barrio Libertador con el barrio residencial Parque Suhr Horeis, arroyo que atravesaron por un puente peatonal por el que el patrullero no pasaba.

En ese momento, la sargenta se quedó al volante del auto pidiendo refuerzos por radio, mientras que Rodríguez bajó y continuó la persecución a pie. De acuerdo con lo que el mismo Rodríguez relató a sus superiores más tarde –versión de sus superiores–, fue atacado a tiros. Ante esa actitud, Rodríguez decidió repeler el ataque y extrajo su arma reglamentaria (aunque no está confirmado en este caso, en la mayoría de los hechos similares el arma reglamentaria es extraída antes de dar el primer paso). El policía disparó varias veces en dirección a la moto, según los superiores, y en el cruce de las calles Chascomús y Patagonia hirió al joven que iba detrás, Carlos Adrián González (19), en el hombro izquierdo, a la altura de la clavícula.

González cayó al suelo ensangrentado, en tanto que el conductor abandonó la moto en el lugar y huyó corriendo. Poco después llegaron al lugar médicos de emergencias, quienes intentaron socorrer al baleado, aunque éste murió debido a la gravedad de sus heridas. Los investigadores no encontraron el arma que supuestamente disparó contra el policía.

El fiscal Fabio Cardigonde, titular de la UFI 7 de San Martín, llegó al lugar y ordenó la inmediata detención de Rodríguez, a quien le tomará declaración indagatoria en las próximas horas.

La sargento, en tanto, y pese a que quedó a disposición del fiscal como testigo, fue desafectada del servicio al igual que Rodríguez por decisión de Auditoría Interna.