En España, un profesor murió y cuatro personas resultaron heridas por un alumno que ingresó a clase armado con una ballesta y un machete al Instituto Joan Fuster, en la periferia de Barcelona. Cundió el pánico en la escuela y enseguida muchos padres se hicieron presentes. El alumno secundario de 13 años, que podría tener desórdenes mentales, fue detenido inmediatamente por agentes de los Mossos d’Esquadra (policía de Cataluña). En su mochila se halló material explosivo. Por ser menor de 14 años, para la legislación española no es imputable y recibirá tratamiento psiquiátrico. Acerca del agresor, las opiniones de sus compañeros de clase están divididas: para algunos era “normal” y para otros, “raro y con pocos amigos”. Tanto la Generalitat como las autoridades nacionales manifestaron “consternación” por lo sucedido. El alumnado contará con apoyo psicológico a partir de hoy.

El Instituto Joan Fuster de Barcelona, ubicado en la plaza Ferrán Reyes del barrio La Sagrera, se tiñó de sangre la mañana de ayer. Un estudiante irrumpió en el colegio vestido con ropa de camuflaje y, armado con un arma blanca y una ballesta, mató a un profesor y provocó heridas a otras cuatro personas. “Oigo voces, quiero acabar con todas las voces”, decía el agresor en un estado de evidente nerviosismo, según explicó el profesor que intentó sosegarlo hasta que arribó la policía.

“En un momento vimos a la hermana de este chico, que salió corriendo y gritando por el pasillo como loca. Se activó la alarma de incendios, nos hicieron bajar por las escaleras y había gotas de sangre por todas partes”, afirmó una alumna de 16 años de nombre María, al relatar los minutos de desesperación que se vivieron dentro del instituto. “El chico tenía una ‘lista negra’ con nombres de las personas que quería matar. De hecho se la había mostrado a algunos compañeros, pero nadie se lo tomó en serio”, añadió.

Compañeros de clase del agresor fueron trasladados en un autobús para que se les tomara declaración en presencia de sus padres, quienes acudieron al lugar preocupados y en estado de shock. Javier Delgado, padre de una alumna de 13 años, aún se encontraba afectado por el hecho: “No te puedes creer que pueda suceder algo así”, manifestó mientras abrazaba a su hija. En tanto, tres de los cuatro heridos fueron atendidos en el Hospital de Sant Pau de Barcelona con contusiones en la cara, heridas en el tórax y superficiales, pero se encuentran estables y “fuera de peligro”.

Actualmente el adolescente ingresó a la unidad de tratamiento psiquiátrico de un hospital de la capital catalana, indicó la Fiscalía Provincial de Barcelona. El Juzgado de Instrucción 24 de Barcelona, en funciones de guardia, abrió la causa e informó al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

La prensa española afirmó que en el pupitre del alumno de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) hay escrita “simbología nazi” y señaló que la ballesta utilizada por el agresor era muy rudimentaria, fabricada con “madera y bolígrafos”. Cabe destacar que para adquirir y usar una ballesta en España es necesario tener los mismos permisos que para comprar una escopeta. Asimismo, mientras algunos estudiantes sostienen que el agresor era “un chico muy normal y sociable”, otros aseguran que “era raro y no tenía muchos amigos”.

El ataque fue el primero de este tipo conocido entre las agresiones a docentes y en colegios en España en las últimas décadas. “Es un día de duelo para la escuela catalana y para el país”, aseguró la consejera de Educación, Irene Rigau, y añadió que “este acto afecta a toda la comunidad educativa del país, especialmente a los profesores, que son tan importantes para la formación de los alumnos”. Rigau apuntó también a una posible enfermedad mental del adolescente: “Podría haber sufrido un brote psicótico. Es el comportamiento patológico del alumno el que le hace actuar de la forma en que lo ha hecho”. El expediente del alumno no está fuera de la “normalidad”, pero se supo que había suspendido alguna materia. La consejera también ha explicado que hoy a las 11, además del minuto de silencio, todos los centros educativos de Cataluña reflexionarán sobre lo sucedido.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró “consternado” por los hechos y manifestó “su profundo pesar” por las víctimas del agresor del colegio. Por su parte, el presidente del gobierno catalán, Artur Mas, también expresó su pesar y declaró día de luto, además de suspender actos públicos.

La directora del Joan Fuster, Dolors Perramon, leyó un comunicado junto al alcalde, Xavier Trias, manifestando que la comunidad del instituto vive “con mucho dolor” los hechos. Perramon explicó que se realizará hoy un claustro extraordinario para establecer las pautas de asesoramiento al profesorado, en coordinación con los servicios sociales y de emergencia. A partir de las 10, los alumnos volverán a las clases y cada grupo contará con asesoramiento psicológico. Aunque las clases se retomarán con normalidad recién mañana miércoles, cuando se prevé realizar una ceremonia en memoria del profesor fallecido.

Los menores de 14 años que cometan homicidio no son imputables en España, como indica la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. La legislación indica que las medidas que se adopten en casos como éste deben orientarse al ámbito educativo y familiar. El alumno, de 13 años y por tanto inimputable, fue custodiado por los Mossos d’Esquadra en el interior del centro escolar hasta pasado el mediodía de ayer. Luego fue llevado a una unidad de psiquiatría de un hospital para ser examinado, antes de pasar a disposición de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat.

Media docena de ambulancias y decenas de estudiantes se concentraban en la entrada del colegio junto a los padres. Todos ellos recibirán asistencia psicológica. Por la noche, varias personas depositaron flores y velas a las puertas del Instituto Joan Fuster.