Un enorme camión Scania de la División Suministros del Servicio Penitenciario Federal y cuatro pares de brazos es la colaboración que los de la chaqueta gris azulado prestan al juicio contra trece personas acusadas de integrar una banda de narcos, juicio que transcurre en Posadas. La colaboración, en este caso, no es por el traslado de detenidos. En realidad, los cuatro penitenciarios están sentados en el banquillo de los acusados, es decir, ellos cuatro y otros nueve. El primer contacto con la banda fue detectado el 24 de mayo de 2011, cuando durante un sencillo control vehicular de Gendarmería en Misiones, a la altura del paraje Mbopicuá, al detener al Scania los gendarmes detectaron que Larry, el perro narcolfativo del destacamento de Puerto Rico, prácticamente se quería trepar al camión. Al abrir la parte trasera descubrieron el motivo de la adrenalina del bueno de Larry: prolijamente empaquetados dentro de cajas, había 26 paquetes con más de dos toneladas de marihuana. En ese momento, el chofer del camión pedía desesperado por celular a alguien: “No me deje solo”. No lo dejó: el hasta ese momento jefe de Suministros del SPF, Armando Vallejos, lo acompaña en el banquillo. El juicio se lleva ante un tribunal federal subrogante, con dos jueces de Chaco y uno de Corrientes.

La División Suministros es la que se encarga de distribuir a las 45 unidades del SPF de todo el país todo lo que se requiera, incluyendo el traslado de muebles del personal, que va rotando periódicamente de sitio. En Misiones, el SPF tiene una unidad, la U17, en La Candelaria, pasados 25 kilómetros de Posadas, por la Ruta 12, la misma que atraviesa la provincia de punta a punta. La U17 no sólo está dentro de los destinos del Scania, sino que es el más distante hacia el Noreste, no hay otra unidad federal más allá de La Candelaria.

El 24 de mayo de 2011, un grupo de gendarmes de la localidad misionera de Puerto Rico realizaba un control vehicular a las cuatro de la tarde, en la Ruta 12 frente a Colonia Mbopicuá, pasados 104 kilómetros de Posadas y a 79 de La Candelaria. El Scania llegó entre 16.15 y 16.20 y fue detenido en la hilera de camiones. Los gendarmes, al declarar en el juicio, dijeron que al detenerlo no identificaron inmediatamente que se trataba de un camión del SPF. El camión era conducido por Emar Favián Tévez, ayudante principal de Suministros, y como acompañante viajaba el ayudante de cuarta Sergio Daniel Briñoccoli. Recién detectaron el logo al costado del Scania cuando se acercaron a la cabina del conductor. Mientras uno le preguntaba a Tévez qué hacían en ese lugar, otro gendarme recorría con Larry al costado de los camiones. El efecto fue que Larry se puso nervioso por “algo” que había dentro, y los dos penitenciarios se pusieron nerviosos por los nervios de Larry. A uno de los gendarmes le llamó la atención que estuvieran a casi 80 kilómetros del último destino y preguntó “¿De dónde vienen?”. Tévez respondió que “desde Eldorado (a 128 kilómetros de La Candelaria) por una mudanza”

Los gendarmes llamaron a un juez federal y pidieron autorización para revisar el camión. Adentro, encontraron “muebles, mantas y sillas”. Larry se puso más nervioso. Corrieron los muebles y Larry se puso como loco. “Vimos unas cajas negras, el perro se volvió loco arriba de ellas”, testimonió uno de los gendarmes en el juicio. Abrieron una. Recubierta con grasa había empaquetado algo parecido a marihuana, que reaccionó como tal a la prueba de campo. A todo esto, Tévez hablaba nerviosamente por celular con alguien que resultó ser el jefe Vallejos, en su despacho en Ezeiza, mientras Briñoccoli caminaba nerviosamente de un lado a otro. El camión fue trasladado al destacamento donde con testigos procedieron a abrir las cajas. Dentro encontraron 26 paquetes envueltos en grasa. Tenían más de dos mil kilos de marihuana.

Al día siguiente, los gendarmes siguieron el rastro desde donde venía el camión. Desembocaron en Eldorado, donde preguntando a la gente del pueblo fueron señalando el paso de “un camión enorme”, hasta detectar la casa donde estuvo estacionado. Allí dentro encontraron restos de marihuana lavados, cintas de plástico y algo de grasa.

Finalmente fueron deteniendo a todos los presuntos integrantes de la banda, menos al supuesto jefe. Juan Darío Betros, el señalado como líder, fue detenido tras un tiroteo con el GEOF de la Federal, en Garupá, en las afueras de Posadas, en octubre de 2011. En el tiroteo murió un socio de Betros, de nacionalidad paraguaya. Betros fue detenido todavía con vendas en la cara. Se había cambiado el rostro con una cirugía y tenía documentos falsos. En el galpón encontraron 97 bultos con 2033 kilos de marihuana. Betros fue enjuiciado y condenado por aquel cargamento. Ahora enfrenta el juicio junto con los otros 12, incluidos los del SPF.

Al trío del SPF se le sumó otro penitenciario, retirado, el agente Hernán Vargas. Y a ellos se agregan además de Betros, Sandro Salazar; María Estela Montiel; Julio Otto Schwarz; Aníbal, Darío, Javier y Virginia Mabel Samudio; y Emilio Miguel Betros, padre del acusado de cabecilla.

El tribunal federal es subrogante porque el titular condenó a Betros tras su detención y no puede intervenir. Los jueces subrogantes son Lucrecia Rojas de Badaró (presidente y jueza de Corrientes); y Eduardo Belforte y Fermín Ceroleni (jueces del Chaco). La fiscal de juicio es Vivian Barbosa. El juicio continúa el 29 y 30. La sentencia aún no tiene fecha. Los acusa de formar una banda que traficaba drogas desde Paraguay y la distribuía en Buenos Aires. Enfrentan condenas mínimas de 6 años. Si son condenados, serán derivados a penales federales, donde serán provistos con los suministros no requisables que correspondan.

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