Un ex empleado de un supermercado de Punilla, Córdoba, se atrincheró armado y tomó 24 rehenes dentro del comercio. Tras herir a uno de los cautivos y mantener una prolongada negociación con un fiscal, se entregó a la policía. Inicialmente, los investigadores creyeron que el móvil era un robo, pero el fiscal general de Córdoba, Alejandro Moyano, indicó que el hombre “quería fundamentalmente descargar la bronca contra el dueño”.