La muerte de una joven de 24 años resultó el colofón de un sinnúmero de situaciones trágicas de una familia de Villa Urquiza. La mujer vivía con su hermano menor, de 16, quien resultó detenido a última hora del lunes, luego de que los vecinos denunciaran a la policía haber escuchado gritos, y enviado al ex Instituto Inchausti. El cuerpo de la joven fue hallado por los uniformados en el interior del departamento de la calle Cullen y Andonaegui, con un cable alrededor del cuello. En febrero pasado había fallecido de cáncer la madre de ambos y el padre del chico había muerto cuando éste tenía 3 años.

El hecho ocurrió pasadas de las 23 del lunes, en el edificio de Cullen 5399, esquina Andonaegui, en Villa Urquiza, adonde policías de la Comisaría 39ª llegaron alertados por los vecinos que escucharon gritos provenientes del departamento 1º “C”. Según los uniformados, uno de los vecinos declaró que había escuchado una pelea y a una mujer gritando: “¡Pará! ¡No me mates!”. Los policías se dirigieron al departamento en cuestión, tocaron el timbre y fueron atendidos por el adolescente, que en principio les dijo que no pasaba nada y que estaba solo en la casa.

Pero los uniformados notaron que el chico estaba nervioso y que tenía los ojos rojos como si hubiera llorado, por lo que le pidieron permiso para ingresar al departamento y revisaron la vivienda. Luego de recorrer la casa, al llegar al dormitorio, el chico, según los uniformados, “intentó engañarlos de nuevo, al tratar de ocultar el cadáver de su hermana corriendo la cama, pero el policía de todas formas vio el cuerpo”, dijo un jefe policial.

La víctima, identificada como Carla Iglesias, de 24 años, estaba tirada boca arriba en el piso, en el dormitorio, donde había algo de desorden, producto de una posible pelea. La joven estaba vestida y tenía un cable alrededor del cuello y las manos atadas detrás de la espalda.

Los policías llevaron al adolescente a la planta baja y llamaron a una ambulancia del SAME, cuyo médico constató el deceso de la joven, quien presentaba signos de haber sido estrangulada con el mismo cable que tenía enroscado al cuello.

Carla Iglesias estaba sin trabajo y hacía poco tiempo había intentado ingresar en la Policía Metropolitana. Hasta el momento, el único que trabajaba era el chico, que se dedicaba a pasear perros y con el dinero que cobraba iba intentando mantener a su escueta familia. Ambos compartían el departamento de la que había sido la propietaria, que contrataba a la madre de ambos para la limpieza doméstica. Falleció primero la propietaria y luego, en febrero pasado, la madre de ambos, quedando los dos solos en el 1ºC.

Una vecina, Evelyn, aseguró que Carla “maltrataba mucho” a su hermano y que ella misma había visto que el chico tenía una marca en la muñeca producto de una pelea. “Entonces él le dijo a ella que la mamá fue la primera y que ella iba a ser la segunda, pero no puedo llegar a entender cómo la mató a la hermana”, dijo la vecina a los medios que se aglutinaron a su alrededor, y agregó que creía que el chico “hizo lo que hizo para defenderse”.

Iglesias cursó la secundaria en el Liceo Naval y luego concurrió al Colegio Militar de la Nación de El Palomar, pero abandonó en segundo año, mientras que el chico iba a una escuela pública, pero aparentemente, Carla le había prometido a su madre que su hermano iba a ir al mismo liceo al que había ido ella y ése era uno de los motivos por el que discutían, ya que él se negaba a estudiar allí.

“La hermana lo maltrataba mucho al hermano porque él nunca quiso ir al colegio donde ella lo quiso mandar desde que murió la mamá”, dijo la vecina, que explicó que el muchacho estudiaba en la escuela pública Reconquista, en Boedo al 700.

De acuerdo con su relato, antes de que muriera su madre, Carla le prometió que el hermano iba a terminar el colegio en el liceo al que ella había concurrido, pero él no quería.

Por otra parte, la joven dijo que Carla no trabajaba, mientras que su hermano lo hacía paseando perros por el barrio hasta la medianoche y la mantenía. Sin embargo, tenían muchas deudas: debían expensas en el edificio y varias veces les habían cortado la luz y el agua, por lo que iban a bañarse a la casa de Evelyn.

Por su parte, Stella Maris, madre de Evelyn, dijo que era amiga de la madre de los hermanos, quien trabajaba como empleada doméstica hasta que, en noviembre, sufrió una meningitis. Luego, descubrieron que la mujer tenía cáncer de mama y murió el 8 de febrero, por lo que Carla quedó al cuidado de su hermano.

Stella Maris dijo que el chico ahora detenido es “muy tranquilo” y que incluso le quería pagar una deuda que su madre tenía con ella, pero no lo aceptó. Según la mujer, el adolescente iba a dormir seguido a su casa, debido a la falta de servicios en su departamento, y siempre le pedía disculpas por la situación. Stella Maris reveló que los hermanos vivían en el departamento junto a su madre luego de que muriera la propietaria, para quien la mujer trabajaba.

La causa por homicidio quedó a cargo de la jueza Adriana Leiras, titular del Juzgado Nacional de Menores Nº 6.