Sáb 20.06.2015

SOCIEDAD  › EN 2014, EN BUENOS AIRES HUBO UN DIVORCIO POR CADA DOS BODAS

Andanzas de corazones porteños

Desde hace más de dos décadas, cada año se registran menos casamientos, pero la tasa de divorcios se mantiene constante. El año pasado, la proporción fue de 2 a 1. Los varones tienden a reincidir en el casamiento con más frecuencia que las mujeres.

En el último año, en suelo porteño se registró un divorcio por cada dos matrimonios celebrados ante el Registro Civil. Sin embargo, a simple vista los números engañan, porque mientras que la cantidad de divorcios se mantiene estable año tras año, la de casamientos sigue el camino inverso, a tal punto que en 2014 se concertó la mitad de casamientos que en 1990. Los datos forman parte de “Los divorcios en la Ciudad de Buenos Aires en 2014”, un estudio realizado por la Dirección General de Estadística y Censos porteña a partir de la información recabada “con los datos que figuran en la sentencia de divorcio en el momento que se inscribe en el marginal del acta de matrimonio”.

Desde 1987, la entrada en vigencia de la ley que permitía disolver un vínculo matrimonial y tener la posibilidad de volver a casarse generó un pico de divorcios durante tres años. Entre ese momento y 1989, se registraron más de 40 mil, pero luego la tasa bajó y se estabilizó. Desde mediados de los ’90, la relación entre divorcios y matrimonios muestra un incremento sostenido “que se explica por el descenso de la cantidad de matrimonios, mientras el número de divorcios permanece entre los 6000 y los 7000 por año”. El año pasado, se formalizaron 5539 divorcios y se celebraron 11.043 matrimonios. La proporción sigue la tendencia consolidada en las últimas dos décadas y media. En 1990, en la ciudad hubo 7993 divorcios y 21966, en ambos casos los números más altos de los últimos 24 años. En 1995, los divorcios fueron 6005 y los matrimonios, 16.966; en 2000, 6007 y 16.766; en 2005, 7045 y 14.713; en 2010, 6594 y 13.390.

Los varones suelen divorciarse algo más tardíamente que las mujeres, algo que el estudio atribuye a que “las mujeres se casan a edades más bajas y con hombres mayores”. El año pasado, la mayoría de los varones divorciados tenía entre 40 y 44 años (934 casos en total), seguidos por la franja de entre 45 y 49 (888 casos) y la de entre 35 y 39 (877 divorciados). Le siguen, en orden, los hombres de entre 50 y 54 (831), de más de 60 (749), de entre 55 y 59 (606), de entre 30 y 34 (524), de entre 25 y 29 (122) y, finalmente, los de entre 20 y 24 (apenas 2). En el 90 por ciento de los casos, estos hombres disolvieron su primera unión legal.

En el caso de las porteñas, en 2014 la mayoría de las divorciadas tenía entre 40 y 44 (960 casos), seguida por un número apenas menor de mujeres de entre 35 y 39 (941), y las de entre 45 y 49 (885). En orden decreciente, le siguieron las de entre 50 y 54 (707), las de entre 30 y 34 (700), las de más de 60 (535), las de entre 55 y 59 (487), las de entre 25 y 29 (239) y, finalmente, las de entre 20 y 24 (17 casos). El 93 por ciento de los casos era de mujeres que disolvían su primer matrimonio.

La estadística, además, muestra una tendencia clara: los divorciados son más propensos que las divorciadas a volver a creer en el matrimonio. Entre los varones, “la cantidad de reincidentes (viudos y divorciados) es más alta que en las mujeres: 536 y 363, respectivamente”. A partir de los 45, la cantidad de varones divorciados decae hasta alcanzar el piso luego de los 54. Pero, a la vez, “los divorciados reincidentes aumentan con la edad”. Entre las mujeres, la cantidad de divorciadas de su primer marido “se reduce desde los 40 años, pero también lo hace el de las divorciadas reincidentes desde los 55 años”. Dicho de otro modo, “en comparación, entre los varones de generaciones mayores es menor el número de disoluciones de primera unión, ya que se incrementa la reincidencia matrimonial y el posterior divorcio”.

Por otra parte, los divorcios porteños no llegan al poco tiempo de celebradas las bodas. La duración del matrimonio que se termina, en su mayoría, no es menor a los 9 años de existencia, y es bajo el número de matrimonios que se divorció antes de los 5 años. En realidad, la mayoría de los divorcios fueron pedidos por parejas que tenían al menos dos décadas de convivencia como casados: de los 5539 divorciados del año pasado, sólo 562 no superaron los cuatro años desde el enlace; el resto tenía entre 5 y 9 años de convivencia (1123 casos), entre 10 y 19 (1690) y más de 20 años (2164).

Los registros también dan cuenta de que el divorciado porteño promedio del año pasado tenía 47 años, mientras que la divorciada porteña promedio era algo más joven, 44 años. Además, se observó “una diferencia de 2 años (N. de R.: entre marido y mujer) en las uniones de 20 años y más de convivencia y mayor a 2 en las más breves”. En las parejas divorciadas con más tiempo de casados, ellos promediaban los 56 años de edad y ellas los 54; en las de hasta 4 años de casados, ellos rondaban los 37 y ellas los 33 años.

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