El robot Philae, que se encuentra posado en el cometa 67P Churyumov-Gerasimenko, consiguió comunicarse durante 19 minutos con la sonda Rosetta, tras días sin haber dado señales. “Hubo varias interrupciones, pero el contacto se restableció y va muy bien”, precisó la DLR, encargada de la conducción del robot para la Agencia Espacial Europea (ESA). El equipo responsable de Rosetta, que escolta al cometa durante su ruta hacia el sol, decidió modificar el plan de vuelo de la sonda. El robot podrá continuar trabajando “durante la noche” al contar con reservas de energía en la batería. Ultimamente, Philae sólo funcionaba de día gracias a sus paneles solares, pero las bajas temperaturas impedían recargar la batería. El robot comenzará por realizar tareas simples, como tomar la temperatura y medir el número de electrones del suelo y en los gases; luego tomará imágenes. Más adelante se espera que pueda perforar el núcleo del cometa 67P para encontrar partículas orgánicas con un rol potencial en la aparición de vida en la Tierra. Philae, que despertó el 13 de junio, tras siete meses de letargo, consiguió ese mismo día comunicarse durante dos minutos con la Tierra a través de la sonda y transmitir datos.