El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires (OPDS) realizó una denuncia penal tras comprobar que, en un canal aliviador de Benavídez, se produjo vertido de cromo. La presencia del metal fue detectada a tiempo por la empresa Aysa, que logró evitar el ingreso del contaminante y garantizó que el agua que distribuye no fue afectada, sigue potable y está en condiciones de ser consumida. La OPDS destacó que una unidad de Respuesta Rápida “trabaja tomando muestras de agua en distintos puntos, mientras que el laboratorio de la empresa distribuidora de agua analiza en tiempo real las muestras obtenidas”. A su vez, ayer inspectores del OPDS estaban “siendo desplegados en la zona del vuelco para identificar qué empresa de la zona fue la que realizó el derrame de cromo”. La mancha de cromo “se encuentra lejos de las tomas de agua que Aysa tiene en Bernal y frente al Aeroparque Jorge Newbery, por lo cual está garantizada la calidad del agua potable”, aseguró el organismo. Aysa también garantizó la calidad del agua potable que consume la población de Luján, pese a que detectó esa contaminación en el canal Arribeños que vuelca sus aguas en el río. El procedimiento que confirmó la presencia de cromo en el agua “se hizo en el marco de los más de 600 mil controles anuales que ejecuta para monitorear la calidad”, informó Aysa. La compañía agregó que “las acciones implementadas a través de modelaciones matemáticas e instalación de equipos de medición continua permiten asegurar la no afectación de la calidad del agua potable”.