La Justicia dispuso el traslado a una unidad penitenciaria de Fernando Farré, el ejecutivo desempleado que asesinó a su ex mujer, Claudia Schaefer, de 74 puñaladas en el country Martindale, de Pilar. Farré, quien se encontraba en la Alcaidía Departamental III de Melchor Romero, fue llevado a la Unidad 46 de San Martín, del Servicio Penitenciario Bonaerense, el jueves por la noche. Allí permanecerá cumpliendo prisión preventiva, posiblemente hasta que comience el debate oral del juicio por el que está acusado de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género”.

Fuentes judiciales aclararon que el traslado obedeció estrictamente a cuestiones operativas y de procedimiento, porque las alcaidías, como la que alojó a Farré hasta el jueves, funcionan solamente como centros de detención provisorios hasta tanto sea resuelta la situación procesal del imputado. Puesto que el viernes de la semana pasada el juez de Garantías Nº 6 de Pilar, Nicolás Ceballos, dictó la prisión preventiva al acusado, no había razón para que Farré permaneciera en el mismo lugar.

En la unidad penitenciaria, Farré no podrá recibir visitas de psiquiatras o psicólogos, por orden del juez, que concedió un pedido de la querella avalado, a la vez, por la fiscal especializada en violencia de género de Pilar, Carolina Carballido Calatayud. La disposición busca evitar que el acusado sea, de algún modo, preparado para los peritajes psiquiátricos y psicológicos aun pendientes en la causa. Las evaluaciones serán a fines de octubre y principios de noviembre: 26 y 17 de octubre y 3 y 9 de noviembre las psiquiátricas; 9, 11 y 12 de noviembre, las psicológicas.

El establecimiento del estado de salud mental de Farré es clave para la causa. La defensa ya anticipó, en numerosos contactos con la prensa, que intentará demostrar que el hombre es inimputable, que pudo sufrir un estado de emoción violenta o alguna circunstancia extraordinaria de atenuación.

Por el contrario, la fiscal Carballido Calatayud sostiene la hipótesis de que Farré había planeado el femicidio con anticipación y detalle. Por eso, antes de que su ex esposa llegara al country, preparó los cuchillos de cocina con los que iba a perpetrar el asesinato y los tenía a su disposición en el vestidor donde atacó a Schaefer.

El viernes de la semana pasada, el juez Ceballos entendió que había elementos suficientes para dictar la prisión preventiva a Farré por “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género”. Con su resolución, además, rechazó el pedido de la defensa para que Farré cumpliera la preventiva en su domicilio, controlado con tobillera electrónica. El juez calificó el femicidio como un “cruel ataque” que “escapa a la comprensión del hombre común”.