Andrea Vázquez, la mujer que fue separada de sus hijos tras denunciar que el padre los golpeaba, denunció que el hombre intentó que el menor de sus hijos fuera operado en una clínica por una fractura en el fémur, pero sin el consentimiento de ella, y sin explicar las causas de la lesión. Vázquez reclama a la Justicia que ordene practicar una revisación al niño para esclarecer cómo se lastimó y cuál es su real estado de salud.

Tras la separación en 2012, Vázquez denunció a su ex pareja por violencia y abusos contra ella y sus hijos. Sin embargo, con la excusa de que la madre “les llenaba la cabeza” a los chicos y bajo el argumento de que esa conducta configura Síndrome de Alienación Parental (SAP), el hombre consiguió la tenencia de los tres menores. El mes pasado, la mujer supo a través de la abogada de su ex pareja que el hombre intentaba operar al menor de los hijos por una fractura sin el consentimiento de la madre y sin el chequeo médico previo correspondiente. “El 4 de septiembre la apoderada del progenitor denunció ante la Justicia que mi hijo sería intervenido quirúrgicamente en la Clínica Bazterrica el sábado 5 de septiembre a las 10 de la mañana”, relató Andrea, una médica cirujana de Lomas de Zamora, que por su profesión conoce los procedimientos previos a la intervención quirúrgica de un menor.

Según la abogada de la ex pareja de Andrea, la operación se debía a una “fractura patológica sufrida el 21 de agosto” de la que no fue “informada en tiempo y forma, causada por un tumor de gran tamaño en el húmero izquierdo”. Vázquez se presentó en la Clínica Bazterrica, donde iba a ser operado su hijo, para consultar quién había prestado el consentimiento para la cirugía y para verificar la historia clínica. En el centro de salud descubrió que el traumatólogo que ordenó la cirugía nunca había visto al niño y que se indicaba la operación a partir de la consulta del padre, que es médico y que había llevado estudios que no constaban en la historia clínica, donde tampoco había análisis prequirúrgicos ni una biopsia del supuesto tumor. “Yo no sé si mi hijo tiene un tumor, si se fracturó por una golpiza, pero lo peor es que el juez (Gustavo Damián) Lullo (del Juzgado número 5 de Familia de Lomas de Zamora) tampoco ha ordenado que sea visto por un médico desde entonces, a más de un mes que pasó todo esto por lo que se le está negando un derecho básico que es la salud”, afirmó Andrea.

El SAP, la patología aducida por el padre, es desconocida por todas las academias científicas. A pesar de eso, fue tomada como fundamento por el entonces Tribunal de Familia de Lomas de Zamora, conformado por María Silvia Villaverde, Enrique Quiroga y Roxana del Río, para ordenar que los niños permanecieran al cuidado del padre. Los tres miembros de este tribunal enfrentan un juicio político, que decidió de forma unánime un jurado encabezado por el presidente de la Suprema Corte bonaerense, Daniel Fernando Soria, por ordenar este tipo de revinculaciones con padres denunciados por violencia y abusos.

Durante estos tres años, la mujer vio a sus hijos en contadas ocasiones, en ambientes públicos junto a asistentes sociales, quienes aun trabajando para el juzgado, calificaban de “amorosa” la relación entre la madre y los menores. Los hijos de Vázquez, que tienen 6, 13 y 14 años, expresaron en varias oportunidades el deseo de estar con su madre. El adolescente de 13, incluso, se presentó en la casa de Andrea con sus pertenencias, pero a los pocos días fue devuelto nuevamente a su padre, a la salida de la escuela.

El caso de Andrea Vázquez la llevó a formar la organización Sumate, Basta de Abusos y se ha convertido en un emblema de las revinculaciones forzadas con progenitores violentos y abusadores. “Ayer, Día de la Madre, la Justicia había autorizado que puedan venir a casa durante dos horas, pero el padre nunca los trajo, así pasamos el cuarto día de la madre separados y la Justicia no lo fue a buscar como hicieron aquel 2 de octubre cuando los arrancaron de casa”, concluyó.