Es el huracán más potente y fuerte de la historia. Tiene una categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson. Se formó en el Océano Pacífico y durante toda la jornada de ayer avanzó hacia la costa oeste mexicana. Su nombre: Patricia. El país vivió un día por entero dedicado a la amenaza que venía desde el mar. Hubo ciudades enteras con las edificaciones selladas, evacuaciones masivas, miles de turistas desplazados y preparativos de todo tipo. El presidente Enrique Peña Nieto permaneció todo el día atento al comité de crisis para seguir el desarrollo del fenómeno. Se trata de un huracán de dimensiones nunca antes vistas y por ello ordenó el despliegue de más de 11.000 militares, marinos y policías federales en los estados de Jalisco, Colima y Nayarit para apoyar a la población vulnerable, estimada en 400.000 personas. Sus efectos comenzaron a sentirse terminada la tarde: tocó tierra en Jalisco con vientos de más de 300 kilómetros por hora. Hubo gran cantidad de lluvia, pero hasta anoche no se habían reportado víctimas ni daños considerables.

El ojo del huracán Patricia impactó en la Bahía de Tenacatita, en el estado mexicano de Jalisco, con vientos máximos sostenidos de 305 kilómetros por hora, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Patricia se desplazaba a 22 kilómetros por hora en dirección nor-noreste, con ráfagas de viento de 380 kilómetros por hora. Debido al huracán se evacuaron los estados de Jalisco, Colima y Nayarit, donde se cree que los fuertes vientos y lluvias tendrán mayor impacto. Unos 1200 albergues y refugios temporales fueron instalados en esos estados, donde los fuertes vientos tumbaron algunos árboles y letreros. En Colima, las lluvias comenzaron a caer con fuerza, acompañadas por olas de gran altura, en la zona turística de Puerto Vallarta, de donde habían sido desalojados preventivamente más de 15 mil turistas.

“El huracán Patricia ya está en la costa de México. No salgan. Protéjanse y sigan indicaciones de Protección Civil. Estoy al pendiente de ustedes”, escribió el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en su cuenta de Twitter. El mandatario había dicho antes que el país enfrentaba “una amenaza de gran escala” por Patricia, el huracán más potente del que se tenga registro en la historia, de acuerdo con la Conagua. Antes del impacto del huracán, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, informó que en Nayarit se evacuó a la mitad de los 15.000 turistas, entre internacionales y nacionales, que se encontraban en la Riviera. En Jalisco y Colima también se evacuó a miles de personas, entre pobladores y turistas.

El Ejército estableció un centro coordinador de operaciones con 2500 militares en la costa de Jalisco, además de enviar a un batallón con maquinaria y cocinas comunitarias a la región para atender a los evacuados, como parte del Plan DN-III de emergencias. Además, fue enviado a la región un contingente inicial de 400 policías federales con la misión de “proporcionar apoyo a la ciudadanía y alertar de los posibles efectos que pudiera traer consigo este fenómeno natural”, según informó la Comisión Nacional de Seguridad.

En las zonas turísticas, varios hoteles sirven de refugio. Además, los habitantes que no acudieron a los albergues instalados, acondicionaron sus casas y comercios de acuerdo con las instrucciones de las autoridades. Ante la emergencia, Petróleos Mexicanos suspendió el suministro de naftas, los bancos y las escuelas cerraron ayer muy temprano, mientras que personal de protección civil o policías hacían recorridos para llamar a evacuar las zonas peligrosas.

Antes del impacto del huracán, se interrumpió el servicio de energía eléctrica en varios municipios con alto riesgo. La confirmación de la llegada del huracán a las playas de Jalisco fue hecha por Roberto Ramírez, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), quien precisó que el ojo del huracán tocó tierra en las inmediaciones del poblado de Emiliano Zapata. Patricia se internó en Jalisco con vientos sostenidos de 305 kilómetros por hora y rachas de hasta 380, reportó la Conagua.

El ojo presentaba un diámetro de 10 kilómetros e impactó en las inmediaciones de las Bahías de Tenacatita, Cuestecomate y Navidad, donde se ubican las poblaciones de El Estrecho, La Manzanilla y Melaque, en los municipios de la Huerta y Cihuatlán, en el estado de Jalisco. Patricia ingresó a tierras mexicanas con fuertes vientos y oleaje alto alrededor de las 17.40 (20.40 hora argentina).

La Conagua recordó que debido al huracán podrían registrarse deslaves, deslizamiento de laderas, desbordes de ríos e inundaciones en zonas bajas. Por su parte, el secretario de la Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, informó en una entrevista radiofónica que “afortunadamente en este momento, está entrando (el huracán Patricia) en una zona donde no hay población civil”.

Alrededor de las 15 de ayer, Alberto Hernández Unzón, gerente de Meteorología y Climatología del Servicio Meteorológico Nacional, hizo saber que la “muralla” del ciclón ya estaba en tierra. A consecuencia del fenómeno, el Sistema de Protección Civil de México mantiene la alerta roja para todo el estado de Colima, centro y costa de Jalisco y el sur de Nayarit, principalmente.

El Servicio Meteorológico Nacional estimó que el oleaje en costas de Michoacán, Colima y el sur de Jalisco podían alcanzar alturas de entre 6 a 8 metros. Desde el jueves y durante la mañana de ayer, el Servicio de Protección Civil y de diversas dependencias federales realizaron el desalojo preventivo de ciudadanos en las costas que afecta el huracán.

El presidente de México, en intervenciones previas a la llegada a tierra del huracán, sostuvo que estaban “preparados” para la emergencia, aunque reconoció que “es difícil predecir cuál será el daño que este huracán esté teniendo en la zona de impacto, pero lo que es un hecho es que nos estamos enfrentando a un huracán nunca antes visto, de alta peligrosidad”.

Horas después, la Conagua dijo que los efectos de vientos huracanados y los oleajes eran “extremadamente peligrosos”. Por esas razones, se había recomendado con tiempo a la navegación marítima menor, localizada en las cercanías de la zona de impacto, que no realizara actividades náuticas, turísticas, recreativas y comerciales en el mar y zonas costeras, durante las próximas horas.

La Conagua afirmó que prevalece activa la zona de prevención por efectos de huracán desde San Blas, Nayarit, hasta Punta San Telmo, Michoacán, y zona de vigilancia desde Punta San Telmo, hasta Lázaro Cárdenas, ambos en Michoacán, y zona de prevención por efectos de tormenta tropical desde Punta San Telmo, hasta Lázaro Cárdenas, ambos en Michoacán y del norte de San Blas hasta El Roblito, ambas localidades de Nayarit.

“Debido a que las precipitaciones recientes reblandecieron el suelo, podrían registrarse deslaves, deslizamientos de laderas, desbordamientos de ríos y arroyos o afectaciones en caminos y tramos carreteros, así como inundaciones en zonas bajas y saturación de drenajes en sitios urbanos”, advirtió el organismo oficial.

Hasta anoche no se había informado sobre posibles víctimas de un huracán que desde un primer momento se había considerado como “sumamente violento” y con resultados que “puede ser muy catastrófico”, de acuerdo con lo que había dicho el titular de la Conagua en conferencia de prensa, antes de que el fenómeno tomara contacto con las playas de Jalisco.