SOCIEDAD › UNA VIEJA ESCUCHA TELEFóNICA PUEDE HACER GIRAR EL CASO DE NORA DALMASSO
La escucha había sido encomendada por una amenaza a un abogado de DD.HH. Antes de archivarla descubrieron que un empresario que dijo estar lejos de la casa de Nora Dalmasso estaba muy cerca. Pero dos policías tergiversaron el informe para protegerlo.
› Por Carlos Rodríguez
Hoy se cumplen nueve años del asesinato de Nora Dalmasso, ocurrido en la madrugada del 25 de noviembre de 2006 en el country de Villa Golf, en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Uno de los casos mediáticos que conmocionaron a la provincia y al país sigue impune, aunque pocos días antes del aniversario un fiscal federal de Córdoba, mientras investigaba una causa por amenazas contra un abogado de derechos humanos, descubrió que dos policías cordobeses habían falseado en su informe el resultado de unas escuchas telefónicas realizadas, en relación con el caso Dalmasso, por la ex Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Lo que se ocultó es que un poderoso empresario, que estuvo bajo sospecha en los primeros tiempos de la investigación por el homicidio, estuvo cerca de la escena del hecho, dato distorsionado por los policías cordobeses, luego procesados por maniobras similares con datos obtenidos mediante escuchas telefónicas.
Lo que hicieron los policías, de acuerdo con lo que pudo establecer este diario, fue favorecer la coartada que dijo, al declarar en la causa Dalmasso, el entonces presidente de la multinacional Del Monte Fresh en Argentina, Miguel Rohrer, quien aseguró que estuvo a muchos kilómetros de Río Cuarto los días 24 y 25 de noviembre de 2006, cuando las escuchas telefónicas demostrarían todo lo contrario.
Lo que está claro, hasta ahora, es que Rohrer no habría dicho la verdad, lo que “no significa una imputación directa por el hecho que se investiga”, aclaró una fuente judicial de Río Cuarto. Las escuchas telefónicas estaban en poder del fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari, quien las envió a los Tribunales de Río Cuarto, donde la causa está prácticamente paralizada, a la espera de un nuevo fiscal.
El anterior fiscal, Javier Di Santo, renunció a seguir investigando el caso, luego de ser denunciado por supuestas irregularidades en otro expediente. Di Santo había dicho públicamente que el caso Dalmasso sólo podría esclarecerse “si alguien se quebraba”.
En la ciudad de Córdoba, el fiscal federal Senestrari informó que “revisando una investigación que teníamos en la fiscalía, por la costumbre de algunos policías de no dar toda la información de las intervenciones telefónicas que hacían, antes de archivarlas decidimos revisarlas y encontramos información relacionada con el caso Dalmasso”.
El hallazgo se produjo cuando revisaban una vieja causa sobre amenazas a un abogado de derechos humanos. La persona que realiza la transcripción encontró información sobre el caso Dalmasso. “Cuando vimos todas las comunicaciones que se habían escuchado, encontramos comunicaciones relacionadas con este caso y consideramos que son de importancia para que las tenga en cuenta el fiscal de la investigación del asesinato de Dalmasso para ver a dónde lo lleva”, señaló Senestrari en declaraciones al Canal 10 de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
En las escuchas “hay información importante de acuerdo a lo que uno conoce del caso y en base a la experiencia como fiscal, creo que tienen que generar nuevas medidas de investigación, pero si van a llevar a algún resultado o no, eso lo desconozco”, aclaró el fiscal federal. Luego puntualizó que quien se haga cargo de la investigación, posiblemente en diciembre próximo, será quien “va a tener que revisar esa información y ver si eso lo lleva a algún indicio o a alguna pista que logre aclarar ese caso y eso sería muy bueno”.
El nuevo fiscal de la causa Dalmasso sería el fiscal de cuarta nominación de Río Cuarto, Daniel Miralles, de acuerdo con la información que se conoció en esa ciudad cordobesa. En sus declaraciones a la prensa, el juez federal Senestrari eludió dar nombres, tanto de los policías involucrados en la maniobra como del empresario.
Sin embargo, en los Tribunales de Río Cuarto trascendió que el rastreo telefónico hecho en su momento por la ex SIDE, ubicó al empresario Miguel Rohrer y a uno de sus gerentes, de apellido Araujo, en las cercanías de la escena del crimen. Estaban en un campo que El Francés, como se lo conoce a Rohrer, tiene en Las Acequias, cerca del country de Villa Golf, hecho que contradice lo declarado ante la Justicia por el empresario.
Uno de los policías involucrados en la maniobra que favoreció a Rohrer es el comisario Rafael Sosa, imputado por el fiscal federal Senestrari en el llamado “narcoescándalo” que involucró a parte de la cúpula de la División Narcotráfico de la Policía cordobesa. En noviembre de 2006, el mismo Sosa habría llegado a Río Cuarto con la misión de investigar el homicidio de Nora Dalmasso y tratar de cerrar el caso lo antes posible, inculpando “a un perejil”, según surge de las escuchas.
Las grabaciones darían cuenta también de la gran preocupación que existía en el gobierno de José Manuel de la Sota por cerrar rápidamente la investigación. La SIDE investigaba un fideicomiso de inversión agropecuaria San Bartolomé, donde Rohrer tendría importantes acciones. Al parecer, Rohrer tenía una vinculación de intereses económicos con Marcelo Macarrón, el esposo de Nora Dalmasso. Lo que se supone, según las escuchas, es que Macarrón estaría siendo “usado” por el empresario, situación que habría llegado a conocimiento de Nora Dalmasso, hecho que podría haber sido el móvil del crimen, cometido, como se sabe, por alguien conocido que tenía acceso a la casa de Villa Golf.
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