Melina Santomé, la chica de 24 años que estuvo “secuestrada cinco días y fue encontrada en la Villa 31 de Retiro cuando estaba a punto de ser capturada por una mafia dedicada a la trata de personas”, se encuentra hoy “a salvo, en un lugar seguro, pero muy shockeada y asistida psicológicamente por profesionales que trabajaron con las Madres de Plaza de Mayo”, dijo a Página/12 Margarita Meira, de la Asociación Madres de Víctimas de Trata. Por su parte, Cristina Martinic, la mamá de Melina, en una carta de agradecimiento por la ayuda recibida en la búsqueda de su hija, hizo la siguiente recomendación: “Cuando una mujer joven desaparece, lo prioritario es activar la búsqueda inmediata, ni 24 ni 48 horas, ni esperar cinco días después de la denuncia. Muevan la búsqueda ustedes, con nosotros, entre todos, si notan poco eco en los medios oficiales”.

El mensaje de agradecimiento de la madre de Melina fue publicado en la página de Facebook de la Asociación Madres de Víctimas de Trata. En el encabezamiento, Cristina Martinic consideró que la aparición de su hija “nos da aliento para seguir organizadas en la lucha por la aparición con vida de nuestras hijas, hermanas, amigas, y el desmantelamiento de las redes de trata” en el país.

La mujer planteó que la desaparición puede ser por “una fuga de hogar de una quinceañera, una mujer harta de los golpes de su pareja, una adicta en busca de drogas y hasta una bella muchacha con una rutina laboral”, pero “como sea (el caso), siempre que una mujer desaparece es urgente salir a buscarla” porque “el riesgo de que esté en peligro su vida y su libertad es muy alto”.

La madre de Melina afirmó haberse sentido apoyada y guiada “por Madres de Víctimas de Trata” y sostenida, junto con su familia, por “tantas muestras de cariño y solidaridad, sumadas a la presión en medios y redes (sociales); fue un cóctel muy efectivo que nos trajo a Melina de vuelta”. Aclaró que los detalles del caso sólo los van a aportar, cuando Melina se recupere, “donde realmente son necesarios”, en el expediente judicial cuya investigación está a cargo del fiscal Juan Andrés Necol.

Cristina comentó que cuando pudo abrazar de nuevo a Melina “ella, en una mezcla de llanto y risa, miraba las fotos (difundidas) y repetía sin parar lo que yo les quiero decir a todos ustedes: Gracias, gracias, gracias, gracias!!!!”. Ante la pregunta de una mujer que se comunicó con ella por Facebook, la madre de Melina insistió en que “por ahora” no van a dar “datos específicos de dónde estuvo ni en qué condiciones para proteger a la víctima ya que no existe protección para ellas. Es una mafia extremadamente peligrosa”.

Margarita Meira, en diálogo con este diario, sostuvo que Melina vivió “una experiencia muy dura y ahora tiene que tranquilizarse y tomar coraje para prestar declaración” ante la Justicia. Según Meira, fue el propio fiscal Necol el que “le recomendó a la familia hacer ‘ruido’, difundir el caso en los medios y a través de la redes sociales, porque se estaban enfrentando con ‘la peor mafia’”.

La dirigente de la Asociación de Familiares de Víctimas de Trata aseguró que “fue muy importante el aporte en la búsqueda que hicieron los amigos de Melina, que incluso recorrieron en motos los lugares donde podía estar secuestrada, hasta que lograron localizarlo y rodearlo, al punto que las personas que la tenían tuvieron que dejarla ir”.

Meira insistió en que Melina “estuvo a punto de caer en una red de trata para explotación sexual”. La mujer dijo que el caso dejó la sospecha de que “hubo algún tipo de connivencia entre la policía y los secuestradores”, de acuerdo con los relatos que hicieron los que la buscaron, incluyendo al padrastro de la chica. Al parecer, la joven habría sido “entregada por una presunta amiga”. La chica había desaparecido el lunes 23 de noviembre y la encontraron el sábado 28.