Después de cinco meses sin cobrar sus salarios, los trabajadores de la fábrica de tapas de empanadas y tartas La Litoraleña anunciaron ayer que retomaron la producción y la comercialización en forma cooperativa, con materia prima propia.

Los 85 trabajadores permanecen en la planta, en Girardot 345, del barrio porteño de Chacarita, en defensa de sus puestos de trabajo. Los trabajadores están en conflicto desde principios de noviembre, cuando después de intentar una negociación para llegar a un acuerdo con el dueño de la fábrica, Rodolfo Conti, recibieron como respuesta el despido de 29 compañeros. La empresa, que funciona desde hace 43 años, volvió a producir luego de que los empleados denunciaran el vaciamiento ante la Justicia. En esa causa, la fiscal Verónica Andrade determinó que los empleados “no están usurpando” su lugar de trabajo y determinó, en cambio, que había “un incumplimiento” por parte del propietario de la firma. Ayer, los trabajadores exigieron el retiro de la consigna policial.