La joven Camila Ibarra, que estaba desaparecida desde el miércoles pasado, fue encontrada ayer a la madrugada deambulando a una cuadra de la estación de tren de Lanús, en estado de shock y con signos de haber sido golpeada en varias partes del cuerpo, por lo que anoche todavía permanecía internada en un centro de salud. Pocas horas después, fue hallada la adolescente mendocina Leonela Quiroga, quien era buscada desde el mismo día que Camila en la localidad de Guaymallén de esa provincia. La mendocina apareció en un departamento del barrio porteño de Once y los investigadores analizan si se trató de un caso de trata.

Los padres de Camila, de 20 años, desconocen qué le pasó a su hija y la madre estimó que “pudo haber sido secuestrada y drogada”, tras haber salido el miércoles a las 20 de la casa que comparten, ubicada a dos cuadras de la estación de Lanús.

El padre de Camila, Claudio Ibarra, dijo que su hija “fue encontrada por la policía, alrededor de las cuatro y media de la madrugada de ayer, caminando sola y sin rumbo por la avenida Hipólito Yrigoyen (ex Pavón), a una cuadra de la estación”.

Ibarra reiteró que su hija nunca escapó. “Camila jamás se había ido de casa, tenemos discusiones como tienen todas las familias, pero nunca fueron tan grandes como para que ella tome una decisión así”. En el momento en que vio a su hija, recordó, pudo apreciar que “a simple vista, tenía golpes en la cabeza, la cara, los labios, los brazos y las piernas, por lo que fue llevada al Hospital Evita, donde quedó internada. Camila se tranquilizó poco antes de las 8 y, tras ser asistida, pudo dormirse”, expresó el padre de la joven. Además, Ibarra agregó que por lo pronto no descartan “nada, ninguna línea de investigación, pero la realidad es que no sabemos hasta que ella no esté mejor y nos pueda contar”.

María José, madre de la joven, contó que su hija “no tenía droga en sangre ni signos de haber sido abusada”, aunque sostuvo que no descarta que su hija hubiera sido “drogada” ya que “al haber vomitado tanto, el cuerpo se pudo haber limpiado”.

“La policía que la encontró dijo que para ella la drogaron porque estaba completamente perdida. Y esto es lo que están buscando en la orina y en la sangre”, sostuvo la mujer. “Yo calculo que en algún lado la tendrían porque si no la hubieran encontrado antes ya que la policía hizo muchos rastrillajes y pegamos muchos carteles con su cara”, apuntó.

María José describió que “cuando a las 4.40 la paró un patrullero, Camila se puso a llorar y sólo decía que quería ir con sus padres, no sabía dónde vivía, ni cuál era su apellido”. Asimismo, expresó que la joven, quien estudia mecánica dental, “decía que estudiaba en la escuela número 17, donde hizo la primaria”.

“Estaba perdida, sin noción de tiempo ni espacio. Después mejoró, pero sigue sin saber qué fue lo que le pasó durante tantas horas”, afirmó la madre, quien explicó que su hija “sólo se acuerda de que tenía la mochila con las pertenencias, pero de nada más. Ahora hay que esperar, pero no hay que presionarla, sino que los psiquiatras indican que tenemos que esperar que ella vaya contando sola lo que recuerda”, concluyó.

El miércoles a las 20, la adolescente salió de la casa que comparte con su madre –quien está separada del padre–, ubicada a dos cuadras de la estación de Lanús, para visitar a alguien, en Gregorio de Laferrere, partido La Matanza.

Al advertir que Camila no regresaba, sus padres hicieron la denuncia policial en la comisaría primera. En el caso intervino la UFI 2 del partido bonaerense de Lomas de Zamora.

Pocas horas después del hallazgo de Ibarra, la adolescente Leonela Quiroga, de 17 años, que había desaparecido el miércoles pasado en Mendoza cuando volvía en colectivo de la escuela, fue hallada en el barrio de Once. El Ministerio de Seguridad de la provincia informó mediante un comunicado que ayer por la “mañana encontraron a la menor de 17 años oriunda de Guaymallén que faltaba de su casa desde el miércoles”. De acuerdo con fuentes de la investigación, la joven estaba en un departamento de Once en compañía de otras dos jóvenes, ambas de origen tucumano.

En el mismo parte de prensa, el ministerio provincial precisó que la chica permanecía “en la comisaría octava de Once, Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Fuentes de la cartera admitieron que investigarán si la joven fue víctima de una red de trata de personas, porque la familia niega que pueda haberse ido por sus propios medios.

Leonela había sido vista por última vez el miércoles pasado por la tarde, cuando salió de la escuela Ramponi, en la que cursa el quinto año, y tomó un colectivo cerca de las 19 para regresar a su casa.

El jueves a la noche, ella y sus compañeros realizaban la fiesta de egresados del colegio secundario. La familia había denunciado su desaparición en la Oficina Fiscal 9 de Guaymallén, pero el caso pasó a la fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos.